EL SENTIDO HUMANO EN SUNDANCE 2019

POR: ANTONIO HARFUCH

Destacado por su apoyo al cine independiente, Sundance ha descubierto, y continúa descubriendo, a directores que hoy son de renombre. En esta edición, el festival lució una programación formidable que promete tanto estrenos comerciales como nominaciones a los Oscar de 2020 en la categoría de documentales, todos ellos alrededor de personalidades o eventos controversiales.

De la confianza a la decepción: el impacto de Ted Bundy se vuelve una historia controvertida en una sociedad, como muchas otras, a la que quizá no le guste ver sus heridas o a peor aún, a miembros de sus familias como los atacantes. El Rey del Pop, Michael Jackson, es presentado en un documental de más de 4 horas desde la voz de las personas de las que abusó sexualmente cuando tenían menos de 10 años de edad, ingresando a la lista de aquellos criminales que murieron sin pedir perdón, como el mexicano Marcial Maciel.

Otro engaño que llegó a las pantallas grandes de Sundance es el de Harvey Weinstein, figura indispensable de Hollywood y del movimiento Me Too cuyo abuso de poder se muestra en el documental Untouchable de Ursula Macfarlane; y si de crecer en Hollywood se trata, Shia LaBeouf escribe su autobiografía en Honeyboy y la hostilidad que vivió en su adolescencia y juventud, la cual fue comprendida y compartida por su directora, Alma Ha’rel.

El fin de la Política de un Solo Hijo en China, trae de vuelta a la directora china Nanfu Wang quien, con su hijo recién nacido, busca reconciliarse con el pasado oscuro de su país que parece comenzar otro nuevo capítulo, que continúa oscuro. Mientras que Clemency de Chinonye Chukwu hace un retrato desgarrador y ficcionado sobre la lucha moral interna de una guardia de hielo cuyo trabajo es llevar a los prisioneros a la pena de muerte en una cárcel de Estados Unidos.

Aquí una muestra de la lucidez que deja Sundance 2019 al cine llevada de la mano de una cobertura excepcional que cada año, desde 1996, realiza la revista Indiewire con críticos como Anne Thompson, Eric Kohn y Kate Erbland.  

De la confianza a la decepción

Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile (IMDb)

Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile (Joe Berlinger, 2019) que reexamina la vida del célebre y fotogénico asesino serial de Estados Unidos, Ted Bundy (Zac Efron). El título se compone de las palabras con las que el juez Edward Cowart (John Malkovich) condenó a Bundy con la pena de muerte hace 30 años. La innovación de la película es que es contada desde la perspectiva de su novia Elizabeth Kloepfer (Lilly Collins), quien sufre por reconciliarse con una verdad dolorosamente de aceptar.

Con críticas polarizadas entre si la película romantiza o trivializa el actuar de Bundy, el director Joe Berlinger comentó en el estudio de Indiewire que la crítica de cine actual es hecha por “mucha gente con agenda, que se rehúsa a ver la película como es porque quieren que su crítica encaje en su agenda”. El director dijo llevar más de 25 años abogando por víctimas en el sistema de justicia criminal de Estados Unidos hasta lograr cambios en las leyes de víctimas y la salida de persona erróneamente acusadas.

Para él, la película encuentra su razón de ser en exponer el tema de la confianza, las consecuencias de las mentiras y la decepción, de forma que el público pueda vivir la experiencia de ser víctima. “Como padre de familia de la edad de las víctimas de Bundy, hay una lección que quiero que tengan: el significado profundo y la razón de ser de esta película es eso, que las personas necesitan ganarse tu confianza”. Puntualizó que Estados Unidos (5% de la población mundial) cuenta con el 67% de asesinos seriales.

La crítica de Indiewire, Kate Erbland, escribió que el filme “desmitifica al asesino serial desde la mujer que lo amaba” destacando la actuación de Efron quien sabe moverse en cada uno de los tiempos de esta historia compleja sin olvidar la vileza de a quien interpreta. Zac Efron por su parte ha comentando que la película cuenta una historia y de cierta forma, el cómo el mundo estuvo encantado por esta persona que era notoriamente malo, así como la posición en la que muchas personas estuvieron y el propio mundo”.

Leaving Neverland: bienvenidos a la lista negra de los pederastas más famosos.

Leaving Neverland (IMDb)

Las historias de pederastas aparentemente tienen un ciclo común. Los crímenes atroces cometidos por Marcial Maciel a sus hijos y  a los legionarios de Cristo fueron muy cuestionados cuando el periodista Ciro Gómez Leyva sacó un reportaje en 1997 en el diario Hartford Courant sobre un grupo de mexicanos mayores de edad, presuntamente abusados por el sacerdote. El Canal 40 terminó por ser censurado y los contra ataques de los Legionarios de Cristo y adeptos del Regnum Christi no se hicieron esperar, acusando que se trataba de un complot contra el Vaticano.

Leaving Neverland (Dan Reed, 2017) sobre el caso de otra figura polémica, Michael Jackson, no es muy distinta a la de Marcial Maciel. Ambos eran adorados por sus fieles y fanáticos que los coronaban con nombres artísticos como Nuestro Padre o El Rey del Pop. Los escándalos de Michael Jackson tienen dimensiones distintas ya que hasta hoy se comienzan a articular testimonios gracias al documental de 4 horas de HBO y CHANNEL 4. La película hace un favor a su tiempo: si hay que hacer justicia, hay que cuestionar el mundo.

Wade Robson y James Safechuck fueron esos niños de 7 y 10 años respectivamente que fueron entregados al Rey. Hoy, a sus treinta años, protagonizan este relato junto con sus familias para hablar de los actos sexuales que mantenían Michael Jackson, tales como masturbación mutua, sexo oral y anal, juguetes sexuales, pornografía, acompañada de alcohol. El diario New York Times, escribe que como parte de los métodos que ejercía Jackson para que no hablaran era la amenaza de meterlos a la cárcel, así como una “boda secreta” en la que Safechuck tendría un anillo y joyas a manera de intercambio por favores sexuales. Ambos en 2005 negaron los abusos hasta la muerte de Michael Jackson, cuando pudieron demandar.

Anne Thompson de la revista Indiewire cuenta que la función tuvo una ovación de pie para cuando entraron a la sala ambos testigos, quienes estaban muy conmovidos. Para Thompson se trata de “testimonios devastadores donde Reed hace hablar a sus víctimas de modo simple y directo, concentrándose en las familias y alejándolos del circo que es Michael Jackson y Neverland.»

Grandes engaños, grandes figuras: Harvey Weinsten el intocable

Ursula Macfarlane y Rossana Arquette (IMDb)

Otra figura de Hollywood que usó su poder para abusar y acallar a sus víctimas fue Harvey Weinstein, quien también entra a la lista de los criminales de este listado con la diferencia de que éste se encuentra vivo, aunque no encarcelado.

La directora Ursula Macfarlane presenta su historia como una tragedia griega, el ascenso y la caída de uno de los nombres más sonados desde que el New York Times presentó el primer caso de abuso sexual del productor quien ofrecía a actrices y modelos una carrera profesional prometedora a cambio de actos sexuales.

En el documental se discute el consenso, ya que mientras Weinstein se defiende alegando que el sexo que sostuvo con sus acusadores, fue consensual, las víctimas defienden lo contrario. Hoy en día, lo que parecía un momento histórico en Hollywood con la aparición del movimiento #MeToo, se ha convertido en una situación difícil para las acusadoras.

Lo que destacan la directora y su productor Jonathan Chinn en el artículo de Anne Thompson, es que más que conformar el retrato de la maldad de Weinstein, se trata de “explorar los mecanismos de cómo el poder opera en Hollywood”. La reflexión consecuente es la idea de que una industria poderosa y creadora de valores culturales, era movida por el temperamento de un personaje detestable, pero también sirve como prueba de que los mismos mecanismos se repiten en otras industrias o lugares de trabajo.

El documental cuenta con pocos testimonios gracias al miedo de las víctimas de que sus carreras se vean truncadas, sin embargo, quienes aparecen logran abrirse y revelarse. Actrices como Rossana Arquette, Paz de la Huerta y ex trabajadores conforman este relato documental que va más allá del trazo, abriendo la puerta a la complejidad de un crimen que sucedió y sigue sucediendo. La película hasta el día de hoy no ha encontrado distribuidor.

Tregua para la liberación.

Chinonye Chukwu (IMDb)

En Clemency de Chinonye Chukwu, Alfre Woodard (Bernandine Williams) es una bomba a punto de explotar. La firmeza de su actuar, sus pausas al hablar, el silencio de sus movimientos son sólo un método para encubrir las emociones que sufre al ser la responsable de llevar a hombres a su condena de muerte en una prisión. La película toma a su protagonista como el eje esencial del drama. Al respecto Erick Kohn de Indiewire escribe: “Woodard imprime el drama a través de una tentadora pero desesperanzadora posibilidad de que la humanidad dé un paso hacia atrás”. Kohn destaca la interpretación pero también la rudeza del relato sobre todo en la firme responsabilidad que tiene el personaje de Woodard con la pena de muerte como profesión. También explica los tintes melodramáticos en la vida privada de Woodard con su marido, “sin que los actores sobreactúen en sus discusiones ni en sus problemas justificados por la presión del trabajo de Woodard”. La asfixia en la narración no termina y se incrementa a niveles desgarradores cuando el tiempo se ha acabado y llega la hora de la sentencia sin remedio.

La directora lleva al público a sentir clemencia por alguien que cumple un trabajo de alta presión, o por otra persona que dice ser inocente y se encuentra en una montaña rusa que va a de la confianza a la desesperanza. Woodard actúa estoica porque su trabajo le exige luchar contra la esencia del contacto humano. Por sus batallas interiores y por la posibilidad de llevarlas afuera Eric Kohn menciona “Clemency también se refiere a una búsqueda personal para la exoneración del alma”.

Clemency consigue ser un estudio del personaje como ser humano en un contexto donde su moral está a prueba. Se distancia del caos de afuera por las protestas en contra de la pena letal pero se acerca a quienes la rodean íntimamente. La película fue galardonada con el Gran Premio del Jurado de Sundance en la Competencia de Estados Unidos lo que colocó a Chukwu como la primera mujer afroamericana en recibir este reconocimiento.

El regreso a un país genocida: One Child Nation  

One Child Nation (IMDb)

La política de un solo hijo por familia en China fue cesada en 2015, sólo para comenzar una nueva, la política que ahora permite solo dos. El interés por los impactos que generó esta política en la sociedad de China, son analizados por la directora Nanfu Wang junto con Jialing Zhang, ambos egresados de NYU, quienes hicieron un filme ensayístico en donde Wang intenta reconciliarse con un pasado y cerrar un capítulo oscuro de su país, movida por el nacimiento de su nuevo hijo.

Eric Kohn en su crítica para Indiewire comenta que en su papel como madre, Wang reflexiona sobre el destino de su hijo si es que hubiera nacido en China, “logra fusionar un amplio espectro temático con su propio punto de vista desde el recurso del voice over”. En esta reflexión, Wang confronta los testimonios de su propia familia (cercana y extendida) para mostrar una postura conflictuada de decisiones que tuvieron que hacer frente a un gobierno excesivamente controlador de su población. “Cuando cada decisión de vida es hecha por alguien más, es difícil sentirse responsable por las consecuencias”, comenta Wang.

Wang aporta a su documental una investigación con material de archivo donde recién nacidas mujeres, segundos hijos o gemelos eran abortados, confiscados, abandonados o “descartados” a redes de tráfico de personas. Con una “lente personal”, Wang muestra cómo estas acciones destructivas  afectaron a varias generaciones de un país a través de mecanismos de propaganda basados en las inclinaciones sexistas de una sociedad en donde ser mujer implica ser inferior.

El documental de Wang revela los horrores  que un país ha querido ocultar. Su observación es auténtica porque la hace desde su propio entorno y desde la voz de sus familiares que temen represalias del gobierno autoritario. Wang se responsabiliza desde su intimidad para reconciliarse con su país y causa una catarsis colectiva de sanación. Combina la intimidad de su relato con la evidencia de archivo de una política que marcó una época (1979-2015) para expiar a su pueblo de culpas que nunca les pertenecieron y que deben dejarles de pertenecer.

Crecer, morir y revivir en tiempos modernos: Honeyboy

Alma Har’el y Shia LaBeouf (IMDb)

Existe una curiosidad detrás del actor Shia LaBeouf (American Honey, 2016) gracias a apariciones públicas que van desde desfilar por la Berlinale con una máscara con una frase que rezaba I am not famous anymore (Ya no soy más famoso) o el “performance” que hizo de #IAMSORRY en donde la gente se formaba para sentarse con él en una mesa donde tenía puesta una máscara que ocultaba su rostro.

En Honeyboy de Alma Har’el, LaBeouf escribe su propia historia mientras permanecía en un centro de rehabilitación como ejercicio de psicoterapia narrativa para confesar su infancia y adolescencia en Hollywood, desde su carrera en Disney hasta su lanzamiento al estrellato internacional en Transformers. En una industria enmarcada por la hostilidad, se suma la figura de un padre autoritario y cruel interpretado por el propio Shia LaBeouf, con el cual la directora identificó a su propio padre.

“Nunca busqué que esta película se convirtiera en algo egoísta por hablar sólo de mí. Tampoco estaba esperando que pudiera ayudar a alguien, la escribí cuando estaba completamente devastado”, dijo el actor en la sesión de preguntas y respuestas de su proyección en Sundance. En la película se muestra un diagnóstico prematuro de estrés post traumático que sufre Otis (el personaje basado en LaBeouf) pero también los intentos que tiene el personaje de resistir a la crueldad del mundo en el que vive, a través de la terapia pero también de los excesos.

Para el crítico Eric Kohn el filme logra encontrar un sentido de vida de los personajes a través de las batallas íntimas que tienen que enfrentar más allá de buscar una catarsis melodramática. “Es un fascinante objeto cultural y esencial de a quien le interesen las subidas y bajadas bizarras de un actor como él, así como una variación en las historias de crecimiento y desprendimiento familiar”, comenta el crítico.

Como una experiencia confesional, Honeyboy se vuelve el retrato personal de una figura pública buscando su reafirmación como persona en etapas tempranas del desarrollo vulneradas por la hostilidad familiar y la presión profesional de la industria de Hollywood. Dando sentido a la vida de un actor que lo encuentra en su propia expresión artística como guionista, como actor y celebridad pero también como logoterapia.

Honeyboy fue merecedora del Premio Especial del Jurado por Visión, mientras que Clemency se coronó con el Gran Premio del Jurado en la sección de largometraje de ficción estadounidense, y One child nation obtuvo el mismo premio en la sección de documental estadounidense, confirmando a Sundance como un festival de propuestas visionarias haciendo una revaloración del pasado, mostrando la oscuridad de figuras endiosadas; la contención de batallas secretas cuyos triunfos son la fe y la esperanza; de realidades veladas que han empezado a ver la luz a través de triunfantes documentales o de extraordinarias narrativas que dan sustento a las vidas privadas para continuar un diálogo de comprensión y sentido de la humanidad.

Fuentes:

SUNDANCE EN EL ARDOR POLÍTICO MUNDIAL


POR: PATRICIA RÍOS

En una ceremonia presentada por la directora y actriz Mariana Palka (Bitch, 2017), el Festival Internacional de Cine de Sundance presentó a los ganadores de sus secciones en competencia, quienes reivindicaron la lucha social a través de diferentes trincheras como el poder de la acción política, la representación democrática de las mujeres, el responder a través del amor, e incluso la esperanza de un cambio político en México.

En los últimos años, Estados Unidos ha sido terreno de diversas luchas sociales que explotan en el ardor político que siente su población. En sus calles se han manifestado discusiones alrededor de control de armas, abusos policiales contra la comunidad afroamericana, racismo, dominación generalizada de mujeres, derechos humanos de migrantes, demandas que vemos crecer en gran escala alrededor del mundo.

Este año Sundance reconoció las diversas preocupaciones de la sociedad estadounidense con las películas galardonadas en la sección en competencia US Documentary, todas dirigidas (una de ellas co-dirigida) por mujeres, las cuales exploran los cambios recientes, y los que han tardado años en sanar.

Alexandria Ocasio-Cortez en una presentación de Knock Down the House (The Wrap)

Knock Down the House de Rachel Lear fue ganadora del Premio de la Audiencia, es una película que explora la relación entre política, dinero y representatividad durante 2018, año de ruptura en el Congreso debido a la votación más diversa de la historia, la cual le dio el poder a mujeres latinas, musulmanas, integrantes de la comunidad LGBT+, entre otras, rompiendo con un Congreso antes ocupado en mayor proporción por “hombres mayores, caucásicos, millonarios, abogados, lo cual no representa la población de Estados Unidos”, menciona su directora en una entrevista para Sundance Institute.

El premio Moral Urgency se le fue otorgado a Always in Season de Jacqueline Olive, documental que retrata a descendientes de víctimas y asesinos en los linchamientos llevados a cabo en contra de la comunidad afro-americana, mediante el registro de una dramatización de los sucesos. La directora aceptó el premio en honor a los más de 5,000 muertos de los sucesos, así como sus personajes, quienes tuvieron la valentía de prestar su testimonio, y finalmente: “En honor a nosotros, quienes no podemos escapar más de esta realidad (…) quienes luchamos desde el arte para crear igualdad entre todos nosotros”.

Siguiendo con la línea sobre el racismo y el género, el Premio a Mejor Dirección de trabajos de ficción estadounidense, así como el Premio Especial del Jurado a Colaboración Creativa, fue para Joe Talbot por The Last Black Man in San Francisco, gracias a su “la infinidad de ideas para crear una meditación alrededor de raza, masculinidad y clase (socio-económica)”, justificó el jurado.

Alex Rivera y Cristina Ibarra, directores de The Infiltrators (Golden Globes)

Comenzando con la premiación de los largometrajes de ficción , se dio el Premio del Público y de Innovación otorgado por Laurie Anderson en la categoría NEXT a The Infiltrators, dirigido por el matrimonio compuesto por el tijuanense Alex Rivera y Cristina Ibarra, hija de una familia de migrantes mexicanos y nacida en El Paso, quienes consiguieron ‘infiltrados’ en un centro de detención de Dreamers en la frontera sur de Estados Unidos.

Enfocados particularmente en testimonios de jóvenes indocumentados, durante su discurso los directores parafrasearon a sus entrevistados defendiendo que las barreras más importantes a romper son las internas: “Hay una visión de Estados Unidos que dice que si naciste aquí, saliste de tu mamá aquí, eres estadounidense, pero los personajes de nuestra película enseñan otro Estados Unidos: que si peleas por estar aquí, si crees en estar aquí, si cruzaste un desierto, un océano, así consigues ser estadounidenses”

México también estuvo presente de diversas maneras. No sólo participó en la programación con trabajos como This is Not Berlin de Hari Sama en la competencia por Mejor Ficción Mundial, sino que también fue reconocida Tatiana Huezo con el Open Borders Fellowship por el documental Night on Fire.

Mientras tanto, el Premio del Público a documental estadounidense fue dado a la producción austriaca Sea of Shadows de Richard Ladkani, documental que expresa la preocupación del director por la extinción de la vaquita marina, especie endémica mexicana “Nosotros esperábamos estar en (Sundance) para hacer un llamado al cambio en México, se trata de poner los reflectores en la crisis: carteles de droga mexicanos, la mafia china intentan arruinar el planeta mientras ganan millones de dólares, con esto queríamos hacer ver que no pueden hacer eso”.

Lucía Garibaldi, directora de Los Tiburones (Golden Globes)

Continuando con la representación de las mujeres de América Latina, las competencias dramáticas mundiales incluyó la victoria de Lucía Garibaldi a Mejor Dirección, gracias a su ópera prima Los Tiburones–la primera producción uruguaya (en cooperación con Argentina y España) en participar en el festival- en palabras del miembro del jurado Ciro Guerra, gracias a su “madurez sorprendente de las aventuras sexuales de una chica”, premio que la directora agradeció en un discurso en castellano: “Ojalá sirva de ejemplo de que se puede llegar a donde uno quiere”, dijo Garibaldi.

El mensaje que dieron cineastas como Garibaldi, Rivera, Ibarra, Ladkani, Olive, Lear, Talbot, y muchos otros, es de apertura: de fronteras, oportunidades, humanidad. Mensajes que buscan la ruptura del status quo que mantiene a las mujeres, a los migrantes, a los refugiados, a los estigmatizados, e incluso a la naturaleza en un papel de extraño que le quita cualquier condición de dignidad.

Los tiempos que vivimos, altamente politizados por una ola de polarización radical, se reflejan no sólo en la selección que Kin Yutani y su equipo crearon en su primer año como Directora de Programación, la cual incluye un 44% de directoras mujeres, directores latinoamericanos y una vasta gama de historias sobre la lucha humana, sino que en los premios otorgados, por el público y los jurados, también se refleja un interés por trascender los vestigios de dicho sistema, cada vez más caduco gracias, en gran medida, al poder del arte que tiene la oportunidad de expresarse en espacios como Sundance.

(Sundance Institute)

Presentamos la lista de los largometrajes ganadores:

US DRAMATIC COMPETITION

Grand Jury Prize

Clemency

Audience Award

Brittany Runs a Marathon

Directing

Joe Talbot – The Last Black Man in San Francisco

Waldo Salt Screenwriting Award

Pippa Bianco – Share

Special Jury Award for Vision and Craft

Alma Har’el – Honey Boy

Special Jury Award for Creative Collaboration

The Last Black Man in San Francisco

Special Jury Award for Breakthrough Performance

Rhianne Barreto – Share


US DOCUMENTARY COMPETITION

Grand Jury Prize

One Child Nation

Audience Award

Knock Down the House

Directing

Steven Bognar & Julia Riechert – American Factory

Special Jury Award for Moral Urgency

Jacqueline Olive – Always in Season

Special Jury Award for Emerging Filmmaker

Liza Mandelup – Jawline

Special Jury Award for Cinematography

Luke Lorentzen – Midnight Family


WORLD CINEMA DRAMATIC COMPETITION

Grand Jury Prize

The Souvenir

Audience Award

Queen of Hearts

Directing

Lucía Garibaldi – The Sharks

Special Jury Award

Alejandro Landes – Monos

Special Jury Award for Acting

Krystyna Janda – Dolce Fine Giornata


WORLD CINEMA DOCUMENTARY COMPETITION

Grand Jury Prize

Honeyland

Audience Award

Sea of Shadows

Directing

Mads Brügger – Cold Case Hammarskjöld

Special Jury Award for Impact for Change

Tamara Kotevska & Ljubomir Stefanov – Honeyland

Special Jury Award for Cinematography

Fejmi Daut & Samir Ljuma – Honeyland


NEXT

NEXT Audience Award

The Infiltrators

NEXT Innovator Award

The Infiltrators


Alfred P. Sloan Feature Film Prize

The Boy Who Harnessed the Wind

Sundance Institute/Amazon Studios Producers Awards

Carly Hugo & Matt Parker – Share

Sev Ohanian – Lori Cheatle

Sundance Open Borders Fellowship Presented by Netflix

Talal Derki – Of Fathers and Sons

Chaitanya Tamhane & Tatiana Huezo – Night on Fire

Fuentes:

Tania Castillo: la homosexualidad como posición política

Tania Castillo fue la ganadora de la Camelina de Plata al mejor cortometraje documental por “Un Amor en Rebeldía” en la Selección Oficial en Competencia del III Programa de Diversidad Sexual+ Morelia.

Hablamos con la joven realizadora graduada del CCC sobre lo que significa la lucha lesbofeminista, su proceso creativo y lo que viene en el futuro para su cortometraje y para ella.

“Un Amor en Rebeldía” retrata la vida y lucha de Yann Maria Castro, una pionera del movimiento lesbofeminista en la Ciudad de México durante los años 70s. El cortometraje documental narra las luchas políticas de la activista por normalizar una preferencia considerada enfermiza hasta ese entonces entre una sociedad conservadora y dogmática. Yann continúa su activismo hasta el día de hoy, mostrando a una nueva generación todo el camino recorrido para llegar a las libertades que se gozan hoy.  

El poder de la historia de Yann  cautivó a Tania, sobre todo la relevancia de un diálogo intergeneracional para conocer el camino recorrido en el activismo de la diversidad. “Conocí a Yann María a finales del año pasado y supe de su historia personal- que me llamó mucho la atención- y su trayectoria política. Me parecía que había que contarla, pues me pude identificar con ella en un sentido muy humano. También me parecía que era una historia que no estaba contada aún. Este movimiento que ella encabezó y que era importante rescatar. Que se supiera de dónde viene lo que ahora hay en términos de conquista de los derechos y las libertades de las personas homosexuales y las mujeres lesbianas”.

Tania con la Camelina de Plata

El patriarcado masculino es patente incluso en la lucha de la diversidad, pues la invisibilización de las lesbianas y el control sobre el movimiento es descrito por la activista. Tania buscó retratar esa lucha feminista con una visión crítica hacia dentro del movimiento: “… dentro del mismo movimiento homosexual, pasaron por un proceso que las invisibilizaba. Los hombres no querían decir: “Es la marcha de homosexuales y lesbianas” porque “homosexuales” les englobaba a todos y nosotras queremos sentirnos representadas. No sé si puedo identificarme pero sí empatizar porque al final es una lucha de mujeres.“ El acercamiento a la liberación feminista exhibe la marginalidad atroz que sufrían durante la época: “Yann me contó cosas brutales. Porque ser mujer ha sido mucho más complicado que ser hombre.  Primero fueron rechazadas y luego tuvieron que aguantar un sentido de propiedad sobre ellas. Había abusos sexuales, las encarcelaban, las metían en hospitales psiquiátricos. Los hombres podían salir del clóset y ser rechazados. Pero ellas eran cautivas de sus familias”.

“Un Amor en Rebeldía” nació del encuentro de la realizadora con Yann durante un ciclo sobre la historia del movimiento de liberación homosexual mexicano de los 70s. Inmediatamente conectaron alrededor de una pasión compartida por el activismo: “Platicamos y conectamos pues yo también he hecho cierto activismo político- no feminista. Lo que ella tiene es una convicción por la lucha política que vive y es parte de su ser. Luego le planteé la posibilidad de hacer algo juntas y ya de ahí lo seguimos.”

El proceso continuó con una serie de negociaciones artísticas sobre la obra, sus significantes y lo que representa para cada una de las dos: ”Nos sentamos a hablar varias veces. Ella me pidió que le explicara cómo iba a ser el rodaje. Hablamos también de contenido. Para ella eran importantes unas cosas, para mí otras, y sí hubo un acuerdo. Al final creo que el docu es muy de ella. Fue una construcción de confianza y la confianza tuvo base en que las dos acordamos cómo hacer este proyecto. Planeamos un par de entrevistas en su casa y ya empezamos a hacer más en el rodaje”.

Quizá las nuevas generaciones den por sentado mucho del camino recorrido por las activistas de la diversidad . Tania considera que la efervescencia juvenil por el cambio y el progreso ha sido destruida por el individualismo de las redes: “Algo muy notorio y un poco triste es que en los 70s había unos ideales, unas convicciones y unos sueños por cambiar el mundo impresionantes, que ya no hay ahorita en mi generación. Había tantas cosas sucediendo, veníamos del 68; el mundo tenía que cambiar. Era gente que daba la vida por esas causas. Mucha gente perdió la vida. Creo que ahora tenemos que empezar a construir ya con una condición social muy distinta y con gente que a lo mejor no está tan interesada. Es más difícil salir del individualismo, de las redes sociales, de todo lo que nos inunda como sociedad. Creo que ahorita hay mucha falta de convicción. Tal vez nos hemos encerrado en nuestros propios mundos y al final somos nosotros quienes pueden luchar. Quienes tenemos más conciencia y más posibilidades podríamos hacerlo.”

Es en ese punto que la joven directora propone un regreso al activismo político de antaño, a dejar las medias tintas y considerar la identidad propia como una posición política, pues la homosexualidad en sí no es intrínsecamente rebelde: “Creo que para ser rebelde habría que asumir el ser gay como una posición política, como asumir el ser mujer como una posición política. No creo que sea por definición. Creo que tiene más que ver con cómo lucha uno en la vida siendo lo que es; siendo gay, siendo mujer.”

Esta lucha por la diversidad es patente en el Programa de Diversidad Sexual + Morelia. Sobre el evento, Tania se sintió sorprendida por “…la calidad de los trabajos y el programa de cortos en el que yo estuve me pareció una muy buena selección. Las películas, creo que muy difícilmente llegan a estos espacios de grandes festivales.” Sobre la ola de nuevo cine queer  que llega a las salas alcanzó a apuntar que: “Es un ala del cine que tiene mucha fuerza. Las historias tanto de ficción como de documental que se están contando al respecto, no dejan de sorprendernos, además de todas estas cosas que ayudan a que entendamos dónde estamos y cómo estamos parados. Hay grandes directores y directoras que están en el tema.. Creo que es un área del cine que vale la pena y qué importa que haya espacios como éste para que se sigan encontrando”.

Tania Castillo inició el camino de “Un Amor en Rebeldía” con el pie derecho. La Camelina de Plata la celebra como un talento en desarrollo por lo que el jurado dictaminó como “una narración sencilla con un personaje sumamente poderoso que a pesar de los obstáculos y situaciones complejas que ha atravesado en su vida, mantiene intacta la ilusión, el espíritu de lucha y el positivismo, convirtiéndose en referencia e inspiración.”

En días pasados, PROCINE anunció que Castillo había sido la ganadora de la convocatoria Ópera Prima Documental, llevando la historia de Yann a un largometraje de nombre “Juntas Somos Fuertes”.

Realismo mágico en celuloide: Marie Losier y Cassandro

“Do we love? Do we play?”

The touch

Marie Losier

 

 

Tras el estreno nacional del documental Cassandro, the exotico! en el PDS+M, tuvimos oportunidad de realizar una entrevista a su directora Marie Losier, y su protagonista Cassandro en la que nos hablaron sobre el público moreliano, México como inspiración, la amistad entre ambos, la diversidad sexual y sus planes a futuro.

El pasado 21 de octubre se realizó el estreno mexicano de Cassandro, the exotico de Marie Losier en el Centro Cultural Clavijero, como parte de la Retrospectiva de la directora en el PDS+M. Tras ser estrenada en el festival de Cannes el documental finalmente llegó a México, hogar del protagonista del filme, el luchador exótico Cassandro, también conocido como Saúl Armendáriz.

En una entrevista dada al Programa, ambos mencionaron estar emocionados por presentar el filme en la capital michoacana “Era un reto para mí ver cómo reaccionaba México porque es sobre cultura mexicana”, menciona el luchador. La reacción fueron aplausos, porras y felicitaciones. Directora y protagonista tuvieron oportunidad de conversar con el público moreliano en tres ocasiones, en las cuales Losier se vio sorprendida por encontrar a gente de todas las edades y contextos: “Ser una extranjera en México es maravilloso porque la audiencia es extremadamente cálida y acogedora”.

Marie Losier nació en Francia, vivió por 22 años en Nueva York y pasó casi una década registrando la vida de un hombre que vive en la dualidad entre El Paso y Ciudad Juárez; para ella es más importante el hogar que la nacionalidad “Yo no pienso en ser francesa o estadounidense. Este filme es sobre Cassandro y el cine, pero creo que es hermoso que Cassandro esté en su país. La audiencia mexicana en el estreno se sintió inmediatamente conectada con él porque entienden de dónde viene”.

El cine de Losier es una celebración de la vida. Parecidas a un sueño, sus historias envuelven, sumergen al espectador en una fiesta de libertad, amor y diversión. Ya sean sirenas, animales antropomorfos, mujeres de la lucha libre o artistas underground, los personajes de Losier, inclinados al arte y la revolución, disfrutan de su autenticidad con sentido del humor logrando desafiar no sólo roles de género, sino cualquier categoría.

El estilo cinematográfico de la artista radica en que está involucrada en todo el proceso: diseño de vestuario, escenografía, guion, dirección, montaje, edición, diseño sonoro. Su herramienta preferida es el rollo de 16mm, con el que mantiene la sorpresa del revelado y la añadidura del sonido. Su trabajo, fuertemente influenciado por la pintura, se expresa en un collage audiovisual que sigue a su personaje con una profunda y dulce intimidad, que logra tras una larga convivencia con sus personajes “Lo hermoso de mis películas es que filmo a mis personajes por muchos años, entonces cada uno se convierte en un querido amigo para toda la vida, y pienso que es algo que el cine puede dar, hace de una familia una aún más grande”, dice la directora, quien tardó siete años en realizar el documental.

En su experiencia, Marie y Cassandro admiten los retos de trabajar con personas que se sienten tan cercanas, pero también las ventajas de la química creativa “¡Jugamos mucho! Eso es lo que tenemos en común, jugamos y reímos” dice con cariño la cineasta. A pesar de que la amistad entre ambos se hizo más fuerte con el paso de los años, durante el arduo registro de Losier la cámara atestiguó caídas del luchador “Pasamos por muchas emociones, pero es parte de la vida, del proceso” a lo que ella respondió “Sí hubo tiempos difíciles, pero eso es la amistad. No eres sólo una cosa, eres muchas, y en cualquier caso resistes, haces compañía, eres paciente, tienes amor. Cuando tienes amor todo fluye. La clave es no juzgar.”

Las dualidades que captura con encanto y osadía Cassandro, the exotico, se entrelazan en una telaraña de identidades “No es solamente que es un luchador exótico, es Cassandro y su cultura, su relación con Juárez y El Paso, con su familia, el ser diferentes capas de diferentes personalidades en términos de una batalla interior que también es política, y simplemente, el ser un ser humano”. Así, el retrato que hace Losier abarca muchas facetas de la vida de su protagonista. Su religión practicada a través de rituales espirituales indígenas y sus raíces católicas “después de ir a misa íbamos a la lucha libre”, dice el protagonista en el documental; su relación con su niñez, recuerdos y heridas; incluso momentos en los que hubiese preferido no ser filmado: “Lo que hizo Marie es que me ayudó a ir muy profundo en mi corazón y hablar sobre cosas de las que no me gusta hablar o revivir.”

El interés de Losier por la lucha libre se fundamenta en su carácter teatral y viene desde su infancia cuando veía las películas de El Santo, así que su transición a un país como México, fundamentado en el realismo mágico, fue natural. Cuando vivía en Nueva York le resultaba fácil ir al Distrito Federal, donde solía asistir a la Arena México para ver luchas en vivo. Fue aquí donde comenzó a retratarlas, como se puede ver en su cortometraje Bim Bam Boom. Las luchas morenas . También fue la época en la que entabló contacto con Cassandro, de quien decidió hacer un documental después de una conversación que mantuvieron en las trajineras de Xochimilco.

A la cineasta le interesó la vida del luchador gracias a su dualidad emotiva, la cual encontró en todo su alrededor “México es una celebración cinemática diaria de tristeza y alegría, abrumadoramente dramática. De alguna manera me siento cercana a eso. La vida siempre va de las lágrimas a la risa. Estás triste, vives momentos difíciles, y al mismo tiempo celebras estar vivo, celebras crear, porque crear te ayuda, así como la lucha libre. Para mí hacer películas es estar viva. Registrar la vida es crearle sentido porque siempre tomas lo mejor de ella” dice la directora refiriéndose a la importancia análoga de la lucha libre en la vida de Cassandro, la cual le ayudó a seguir adelante después de años de abusos cuando era niño: “El mensaje que da Marie a través de su cámara es que si te caes te tienes que levantar, y si te vuelves a caer te vuelves a levantar, es una guerra interna”.

Cassandro acaba de celebrar 30 años de ser luchador profesional, carrera en la que ha sido tres veces ganador del mundo y peleado en el Museo del Louvre, sin embargo, últimamente no ha pasado mucho tiempo en el ring “mejor tras vestidores haciendo nuevos talentos.” El éxito profesional y cariño del público se los ha ganado gracias a su talento como luchador, el cual, a pesar de venir acompañado de una multiplicidad de identidades (como lo quiere mostrar la directora a través de su lente), no se reduce a su orientación sexual o identidad de género: “En El Paso, mi tierra, me sigue mucha gente y nada que ver por lo exótico, sino por el profesionalismo porque soy muy buen luchador, de muy buena escuela y la gente me busca por algo” dice el luchador, quien actualmente se encuentra dando clases en México, Estados Unidos y algunos países de Europa.

Mara Fortes y Marie Losier

En el documental se le puede escuchar hablar sobre su preferencia sexual, el machismo, y lo que significa decidir usar maquillaje y diamantina en la lucha libre mexicana, y no una máscara “Me he ganado mi lugar y siempre voy a representar a mi comunidad donde tenga que estar, porque no voy a dejar que la política ni un presidente me defina a mí. Yo voy en contra de la marea, pero por una buena causa porque hoy no estamos en tiempos de matarnos, de bullying, de muchas cosas. Casi a diario puedo toparme con homofóbicos.”

Es por lo anterior que Cassandro se acerca a la diversidad desde el punto de vista de la discriminación y el activismo en favor a la aceptación de las sexualidades “Mi plan es seguir ayudando, pasando el mensaje, no callarme por mi comunidad LGBT porque la homosexualidad no es una enfermedad, la discriminación sí.”

Por su parte, la diversidad para Marie incluye, pero sobrepasa lo sexual y las etiquetas: “No me gusta poner las cosas en cajas, odio ser catalogada como ‘documental’, ‘ficción’, ‘LGBT’, me gusta más ser abierta. Hay mucha diversidad de personas, de películas, de creaciones, sin jerarquía, sin ‘más dinero’ o ‘menos dinero’”. Ambos, sin embargo, reconocen a los seres humanos como una multiplicidad de identidades que descansa en los cimientos de la universalidad: somos cultura, somos los lugares donde hemos vivido, y sin embargo todos nos hemos enfrentado a los retos del ser humano.

Al hablar sobre el futuro Cassandro afirmó que además de impulsar a nuevos luchadores, planea seguir siendo activista a favor de la libertad y en contra de la discriminación “La vida no depende de lo que los demás te acepten, sino de aceptarte a ti mismo, tienes que caminar tu propio camino, pero con belleza y mucha serenidad en estos tiempos de turbulencia, guerras, matanzas en Juárez y El Paso.” Tras su Retrospectiva en el PDS+M, Marie regresará a enseñar cine y continuar con proyectos “Amo transmitirles a jóvenes lo que puedo hacer. También empezaré desde cero para otra película, con los altos y bajos. Espero que sea algo bello”.

Además, la artista regresará a sus raíces en la Ciudad de Nueva York para la exhibición en el MoMA de tres programas de sus cortometrajes y uno de archivos nunca antes vistos, evento organizado en celebración de la integración de sus cortometrajes al acervo del emblemático museo neoyorkino. Además, la artista tendrá una presentación titulada “Reino animal: cuentos de lo dulce y lo amargo” en el Metrograph: “Nueva York es una locura. Todos los días ahí son una celebración de la locura. Todos a quienes conocí, amé y filmé están locos”.

 

 

 

Texto: Patricia Ríos

Fotografías: Karen Rubalcava

¡Gracias!

Foto: Martim Guerra

El cine es un trabajo en equipo, una conexión artística que nos acerca un poco más a todo lo que nos hace humanos. Es por ello que queremos agradecer a todas las personas que nos acompañaron durante este tiempo aportando su trabajo, tiempo, energía y sueños para hacer cumplir nuestro primer año de independencia en una celebración del cine y la diversidad.

Agradecemos al Palacio y Centro Cultural Clavijero por permitirnos albergar el cine nacional e internacional en sus salas, a todos aquellos que ocuparon ese espacio desde la puerta de entrada hasta el gabinete de proyección, agradecemos también que nos permitieran crear entre sus paredes lo que fue como una segunda casa donde ir a trabajar.

A Cinépolis por su incondicional apoyo y fe en el proyecto, particularmente a Alejandro Ramírez, Lorena Guillé y Ramón Ramírez quienes presentaron programas de cortometrajes, películas y hasta la ceremonia de premiación, siempre con disposición, alegría y una sonrisa.

A nuestro jurado Alejandro Gómez Treviño, Lissette Orozco y Pau Guillén, quienes cruzaron la República, el continente y el océano Atlántico para asistir al Programa y premiar al Mejor Cortometraje Mexicano con compromiso y pasión excepcionales, contagiosas cotidianamente.

A Vice en español, cuyo interés devino en una premiación especial que dejó ver la línea de ambos proyectos a favor de otras miradas para garantizar espacio de exhibición a historias desbordantes de talento.

A Mariana Villareal y su taller, Sangre de mi sangre, por haber realizado la Camelina de Plata a Mejor Cortometraje Mexicano, estatuilla de ensueño que nos transportó a lo que el Programa ha trabajado por ser, un espacio de celebración del cine vibrando en lo más representativo de la cultura mexicana.

A nuestros cineastas mexicanos en competencia y sus maravillosos equipos: Jorge Sistos, Eric Silva, Thiago Zanato, Adriana Barbosa, Adán Ruíz, Paolo Wriedt, Roxana Anaya, Chucho E. Quintero, Rodrigo Martín Jaffe, Tavo Ruíz, Luis Armando Sosa Gil, Julio Galeote, Óscar Galeote y Tania Claudia Castillo. Gracias a ellos, a su talento, visión y compromiso este Programa pudo ofrecer al público una selección sólida de distintas coordenadas geográficas de la República Mexicana, felicitamos a todos por igual por haber puesto en alto al talento joven mexicano, agradeciéndoles habernos hecho partícipes del inicio de sus prolíferas carreras cinematográficas.

A nuestros invitados especiales Jesús Torres Torres, Marie Losier, Marthe Djilo Kamga y Frieda Ekotto, quienes no sólo nos dieron la oportunidad de exhibir sus grandes trabajos, sino de asistir a las funciones del Programa y compartirnos sus vidas, visiones y veladas en entrevistas y sesiones de Q&A, fue un honor contar con su presencia.

A Bartholomew Sammut, quien ha sido para nosotros no sólo un invitado de honor, sino amigo, confidente y maestro. Le agradecemos haber estado con el proyecto por segundo año consecutivo, por la curaduría que preparó con tanto amor y por haber co-fundado el fondo INICIA que pudo financiar este año un proyecto de largometraje queer de producción nacional.

Al jurado de INICIA Marcelo Tobar, Paula Astorga y Arturo Castelán, así como a los participantes Denisse Quintero, Alejandro Zuno y Jorge Ojeda Dávila por compartirnos sus proyectos en etapa de desarrollo temprana, manteniendo en movimiento el cine mexicano con perspectiva LGBT+ y llevando a la pantalla a las personas que han sido invisibilizadas, marginalizadas, estigmatizadas e incomprendidas por la sociedad, dándoles voz y dignidad.

A Árbol Rojo, cuyo invaluable y arduo trabajo hizo posible esta edición con admirable perfeccionismo. A Alejandro Silveira y maravilloso equipo el cual siempre trabajó con energía y una sonrisa en la cara, convirtiéndose en motivación diaria.

A las mujeres cineastas del programa “Afterglow” de nuestro festival invitado XPOSED Kelly West, Katia Repina, Carla Moral, Julia Fuhr Mann, Ana Cigon, Amber Bemak, Nadia Granados, Érica Sarmet, Brenda Jorde, Olivia Kastebring, Julia Gumpert y Ulrika Bandeira, por una celebración de la identidad femenina que reivindica a la mujer en su realidad social, corporal y artística.

A los cineastas que participaron en las curadurías de ZINEGOAK Estela Osorio, Kepa Arresti, Ainhoa Astetxe, Iker Azkoitia, Pablo Malo, Usue Eguia, Agenda Kopla Taldea, Joanna Ryetl, Juan Beiro, Marianne Farley, Teboho Edkins, Diane Obosawin y Eric Rockey, por habernos compartido sus historias de diversidad sexual representantes de la cultura vasca e internacional, en una selección de excelencia técnica, variedad narrativa y poder emotivo.

A los cineastas de la sección “Joyas internacionales” Fredo Landaveri, Beatriz Pérez, Felipe Elgueta, Ananké Pereira, Yann Gonzalez, Lara Zeidan y Grant Gulczynski por su mirada fresca e innovadora que mantienen al cine reformándose y y deasfiándose a sí mismo, en búsqueda de nuevas maneras cinematográficas.

A los cineastas de nuestros largometrajes internacionales Kiko Goifman, Claudia Priscila, Desiree Akhavan, Jethro Patalinghug, Andrea Weiss, Marcelo Martinessi, Alice Riff, Yoni Leyser, Jenny Mackenzie, Jared Ruga, Amanda Stoddard, Isao Yukisada, Majo Staffolani, Leilah Weinraub, Soda_Jerk y Lasse Langström, por mostrarnos historias de diversidad sexual en diferentes países del mundo, en diferentes técnicas tradicionales y de vanguardia, dejándonos ver que la creatividad humana es un abanico, fuegos artificiales coloridos y testimonios.

A nuestros participantes en el “Foro de la Diversidad”, el Dr. David Barrios, Adán Salinas y Árbol Rojo por compartirnos sus proyectos sobre cine y diversidad sexual, expandiendo fronteras hacia toda la República Mexicana, trascendiendo las paredes de las salas de cine y contribuyendo con la tarea de educación y concientización a través de la academia, la ciencia y la historia.

A nuestros aliados Origo, MICGénero, La Conspiración, Zinegoak, YouRocket, XPOSED, Árbol Rojo, Exile, Sangre de mi sangre, Muestra Queer de Monterrey, Cinéma Mexique Paris, Conarte, Cinépolis, Vice, Uber, Centro Cultural Clavijero y Amigos del Clavijero, porque sus esfuerzos garantizaron que este Programa fuera posible, así como a los voluntarios que ayudaron con las más pequeñas y grandes responsabilidades.

Y finalmente, al público moreliano, mexicano e internacional que asistió a nuestras funciones, participó en los Q&A con sus preguntas y observaciones, que participó en entrevistas, que pudo ver su propia historia reflejada en la pantalla, que pudo encontrar otras formas de vida en los personajes, que nos conmovió e inquietó con comentarios y debates después de las funciones. El cine es por y para la gente, sin importar su origen, lengua, cuerpo, identidad, profesión, familia, género, orientación sexual, por ello agradecemos profundamente su asistencia, involucramiento y apoyo.

Muchas gracias a todos y cada uno de ustedes por haber hecho posible la III edición del Programa de Diversidad Sexual + Morelia ¡Nos vemos el próximo año!

 

#juntossomosmasfuertes

 

 

Texto:Patricia Ríos