GÉNERO Y ARIDEZ SENTIMENTAL: ENTREVISTA A JESÚS TORRES TORRES

POR: PATRICIA RÍOS

Son los setenta durante la presidencia de José López Portillo, aquel que defendería el peso como un perro y sin embargo presenció una crisis económica sin precedentes gracias a la caída de los precios mundiales del petróleo. Mientras Europa tenía políticas para incentivar el uso de bicicletas y las caminatas, México se sumía en una ficción endeble que procuraba sobrevivir en un escenario de esplendor, mientras tras bambalinas los mexicanos de las zonas rurales migraban a la ciudad por falta de oportunidades educativas y laborales, y los mexicanos de la ciudad se volvían cada vez más pobres.

Es en este contexto socio-económico que se desarrolla Nadie Sabrá Nunca, ópera prima del cineasta hidalguense Jesús Torres Torres, quien con tintes melancólicos y profundamente apasionados hacia el audiovisual, cuenta una historia de entrañable mexicaneidad que toca tanto los problemas de una familia para seguir adelante en un pueblo donde reina la pobreza y los estereotipos de género, como el refugio que un niño (su protagonista) encuentra en las historias ficticias que escucha, ve y crea.

Torres Torres goza de una vasta carrera como fotógrafo y diseñador de arte previa a su debut como director y guionista. Su formación como comunicólogo y fotógrafo le valió colaborar como fotógrafo de stills en Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor (2003) del director Julián Hernández, con quien ha trabajado como diseñador de arte en otros proyectos, trayectoria que también se puede apreciar en películas de Roberto Fiesco, Astrid Rondero, y Alejandro Zuno.

Jesús Torres Torres en la presentación de Nadie Sabrá Nunca en Chetumal, organizada por Árbol Rojo (Morelia Programa)

Desde muy pequeño el director veía películas en la televisión. Sintiendo atracción por estar detrás de las cámaras, se dedicó a estudiar y ver mucho cine hasta que hace ocho años mandó a un concurso organizado por Vicente Leñero lo que serían esbozos de este proyecto, recibiendo a cambio un primer impulso en un taller donde comenzó a darle forma a su guión.

Para su primer largometraje, el director tomó como inspiración a su propia familia y pueblo natal “Se refiere a mis recuerdos de infancia, a los personajes con los que yo conviví y que rodearon esta etapa formativa de mis primeros ocho años y que seguía observando una vez que fui adulto y que se guían por los mismo comportamientos y características. Se me hacían muy interesantes poderlas retratar en esa época pero haciendo énfasis en que esos personajes siguen existiendo.”

En un pueblo, cuyo nombre Jesús Torres Torres no precisa en recordar -porque el escenario resuena en muchos pueblos del país- vive Braulio (Luciano Martínez) con su madre, Lucía (Adriana Paz), su hermana, Sara (Claudia Santiago), y su padre, Rigoberto (Jorge A. Jimenez). Son una familia tradicional. Las mujeres lavan ropa y cuidan a los hijos mientras los hombres enseñan a disparar y arrean el ganado.

Nadie Sabrá Nunca (FICG)

Braulio, contrario a lo que desearía su padre, goza de escuchar radionovelas (gusto que comparte con su madre) y de ver películas de vaqueros en la tele de la tiendita. Es un estudiante de excelencia, sin embargo en aquel pueblo estancado en el tiempo no tendrá muchas oportunidades de progresar, o al menos eso piensa Lucía “La madre no es una persona muy culta o preparada, pero de manera intuitiva está dándose cuenta de cosas que no le gustan, y creo que el niño también lo intuye porque el padre se porta igual con él que con la madre. Es muy frío, distante, y ellos lo que necesitan creo que es ese afecto de parte de él y no lo obtienen.”

Braulio, siendo un niño soñador y observador (también un poco solitario), comprende la soledad de su madre, por lo que la abraza o la invita a bailar cuando siente que lo necesita. Aunque ella misma no sea una mujer particularmente cariñosa, su afecto se basará no en el amor expreso a través de los idílicos besos en la frente antes de dormir, sino a través del sacrificio por hacer que su hijo salga adelante.

A lo largo de la película somos testigos de la dinámica de complicidad con la que madre e hijo procuran escapar el entorno de “aridez sentimental” (según manifiesta el director) provocado no sólo por la pobreza del sexenio de López Portillo, sino también por el distanciamiento emotivo que sienten particularmente hacia la ausencia de Rigoberto. Así, Braulio imagina una realidad alterna en la que su madre se encuentra enamorada de un vaquero apasionado y galante, ficción construida como una carta de amor del director al cine western que tanto admira como el de John Ford y Clint Eastwood, así como el arte vernáculo mexicano que va desde Juan Rulfo hasta Juan Antonio de la Riva, pasando por la herencia musical de Lucha Villa.

Nadie Sabrá Nunca (Conarte)

El entorno que imagina Braulio es espejo de su realidad. En ambos reina la aridez, las armas y los caballos. La figura del héroe, sin embargo, no la puede encontrar en el mundo material, ahí, en cambio, hay rechazo, lo cual “es uno de los grandes motivos que lo orillan a confabular con la madre”, menciona el director. Ambos encuentran refugio en las historias porque el recurrir a sus propias mentes de alguna manera les permite controlar el exterior  “Creo que los personajes, los seres que somos introspectivos, quienes estamos siempre analizando y observándolo todo, creamos un mundo interior muy rico”.

En este mundo interior, sin embargo, persisten los roles de género: es el hombre el que mata a forajidos y la mujer quien anhela su regreso. Jesús Torres Torres admite que desde niño esta diferenciación entre sexos le parecía contradictoria, por lo que en su película trabajó en distintos aspectos de lo que hacen los hombres y las mujeres, como por ejemplo, los abuelos paternos de Braulio quienes invierten papeles “Ahí parece que la que asume el rol masculino es la abuela y no el abuelo que siempre está acostado escuchando la radio, borracho, sin trabajar, y ella tiene que resolver de alguna forma las actividades masculinas, además las asume con gusto, no como ‘lo tengo que hacer’ porque a ella las cosas femeninas de alguna forma no le gustan, no le interesan.”

Otro personaje que desafía los estereotipos de género es Lucía, quien en su búsqueda por ofrecerle a su familia un mejor futuro pone en duda todo lo que su madre le enseñó, cayendo en una profunda contradicción. Por un lado ella es Lucía Rodríguez ‘de Mejía’; por otro, trata de rastrear de dónde vienen esas enseñanzas de sumisión “Los personajes femeninos se adaptan mucho mejor que los hombres al entorno de alguna forma, y ahí viene otra vez la contradicción de esta mujer que no quiere adaptarse a ese mundo, y a lo que su madre hizo, sino que quiere salir a hacer otro tipos de cosas.”

Nadie Sabrá Nunca (VIFF)

El director defiende que este tipo de adaptación no sigue las pautas de la resignación, sino del instinto por comprender lo que se debe o no reproducir con fin de sobrevivir, lo cual se pone en jaque cuando vemos la convivencia de Lucía con su hija, porque -a pesar de tener en claro que no le gusta la manera en la que fue educada para obedecer- le enseña a la pequeña el deber femenino de recoger los platos de los hombres después de comer “De todas maneras hay cosas que en su inconsciente siguen funcionando de alguna forma, y para mí también era importante dejar estos vestigios con los que tienes que estar luchando siempre.”

El director menciona que estos “guiños al pasado”, es decir, dichos vestigios que hacen eco a una educación caduca sufriendo una ruptura, despiertan el interés de Lucía por que su hija sea diferente a ella. Es en este pasado cuando aprendió que el hombre va en la cabecera de la mesa, que a pesar de que no cocine nunca debe lavar un solo plato, y que el cabello de la mujer debe ser largo y contenido en una trenza, lo cual para Torres Torres es “una metáfora de atadura que no deja pasar a otro nivel.”

Los roles de género, sin embargo, no afectan únicamente a las mujeres. La relación entre Braulio y su padre es minada por las expectativas de actividades masculinas que distan mucho de su afición a las radionovelas, o el héroe irreal que el niño imagina, no obstante, Torres Torres defiende que empatiza con el personaje de Rigoberto “Está acostumbrado a ver a esta familia como él fue educado o no educado, es decir, la figura del padre distante. Seguramente con él su padre fue mucho peor, incluso yo creo que lo golpeaba, había una cosa de violencia mucho más explícita, y él trata de modificar con el hijo estos comportamientos que a él no le gustaron, pero no le alcanza”.

Jesús Torres Torres en la presentación de Nadie Sabrá Nunca en la Cineteca Nacional (Morelia Programa)

Lo que Jesús Torres Torres nos brinda en esta película es lo que vive ‘una familia de tantas’ en México, no sólo en los setenta. Con cada sexenio sentimos una ambivalencia entre la perdición y la esperanza. Incluso en el Siglo XXI hay mujeres mexicanas renegadas a la cocina, y hombres mexicanos que no pueden trascender la imposición del rol de un ‘macho’ a quien no se les permitido sentir. El campo continúa siendo descuidado, despreciado, mal pagado. De todas maneras, la vida en la ciudad continúa siendo la prisión de ‘los olvidados’ y el reino de los corruptos. Sin embargo, puede ser que la verdad más duradera de Nadie Sabrá Nunca sea precisamente la inspiración del director para dedicarse al séptimo arte: el contar historias que alimentan una imaginación que pone en orden el caos de nuestras realidades.

Es así que, como amante ferviente del cine, Jesús Torres Torres invita a las personas a perderse por un momento en las historias audiovisuales para abrir su vulnerabilidad y prepararse para el regreso a la vida material “Por hora y media estás en otro mundo, estás viviendo otra vida, y si esa historia te toca, sales con un arma que te va a ayudar a sobrevivir lo que tengas que enfrentar en el futuro.”

SUNDANCE EN EL ARDOR POLÍTICO MUNDIAL


POR: PATRICIA RÍOS

En una ceremonia presentada por la directora y actriz Mariana Palka (Bitch, 2017), el Festival Internacional de Cine de Sundance presentó a los ganadores de sus secciones en competencia, quienes reivindicaron la lucha social a través de diferentes trincheras como el poder de la acción política, la representación democrática de las mujeres, el responder a través del amor, e incluso la esperanza de un cambio político en México.

En los últimos años, Estados Unidos ha sido terreno de diversas luchas sociales que explotan en el ardor político que siente su población. En sus calles se han manifestado discusiones alrededor de control de armas, abusos policiales contra la comunidad afroamericana, racismo, dominación generalizada de mujeres, derechos humanos de migrantes, demandas que vemos crecer en gran escala alrededor del mundo.

Este año Sundance reconoció las diversas preocupaciones de la sociedad estadounidense con las películas galardonadas en la sección en competencia US Documentary, todas dirigidas (una de ellas co-dirigida) por mujeres, las cuales exploran los cambios recientes, y los que han tardado años en sanar.

Alexandria Ocasio-Cortez en una presentación de Knock Down the House (The Wrap)

Knock Down the House de Rachel Lear fue ganadora del Premio de la Audiencia, es una película que explora la relación entre política, dinero y representatividad durante 2018, año de ruptura en el Congreso debido a la votación más diversa de la historia, la cual le dio el poder a mujeres latinas, musulmanas, integrantes de la comunidad LGBT+, entre otras, rompiendo con un Congreso antes ocupado en mayor proporción por “hombres mayores, caucásicos, millonarios, abogados, lo cual no representa la población de Estados Unidos”, menciona su directora en una entrevista para Sundance Institute.

El premio Moral Urgency se le fue otorgado a Always in Season de Jacqueline Olive, documental que retrata a descendientes de víctimas y asesinos en los linchamientos llevados a cabo en contra de la comunidad afro-americana, mediante el registro de una dramatización de los sucesos. La directora aceptó el premio en honor a los más de 5,000 muertos de los sucesos, así como sus personajes, quienes tuvieron la valentía de prestar su testimonio, y finalmente: “En honor a nosotros, quienes no podemos escapar más de esta realidad (…) quienes luchamos desde el arte para crear igualdad entre todos nosotros”.

Siguiendo con la línea sobre el racismo y el género, el Premio a Mejor Dirección de trabajos de ficción estadounidense, así como el Premio Especial del Jurado a Colaboración Creativa, fue para Joe Talbot por The Last Black Man in San Francisco, gracias a su “la infinidad de ideas para crear una meditación alrededor de raza, masculinidad y clase (socio-económica)”, justificó el jurado.

Alex Rivera y Cristina Ibarra, directores de The Infiltrators (Golden Globes)

Comenzando con la premiación de los largometrajes de ficción , se dio el Premio del Público y de Innovación otorgado por Laurie Anderson en la categoría NEXT a The Infiltrators, dirigido por el matrimonio compuesto por el tijuanense Alex Rivera y Cristina Ibarra, hija de una familia de migrantes mexicanos y nacida en El Paso, quienes consiguieron ‘infiltrados’ en un centro de detención de Dreamers en la frontera sur de Estados Unidos.

Enfocados particularmente en testimonios de jóvenes indocumentados, durante su discurso los directores parafrasearon a sus entrevistados defendiendo que las barreras más importantes a romper son las internas: “Hay una visión de Estados Unidos que dice que si naciste aquí, saliste de tu mamá aquí, eres estadounidense, pero los personajes de nuestra película enseñan otro Estados Unidos: que si peleas por estar aquí, si crees en estar aquí, si cruzaste un desierto, un océano, así consigues ser estadounidenses”

México también estuvo presente de diversas maneras. No sólo participó en la programación con trabajos como This is Not Berlin de Hari Sama en la competencia por Mejor Ficción Mundial, sino que también fue reconocida Tatiana Huezo con el Open Borders Fellowship por el documental Night on Fire.

Mientras tanto, el Premio del Público a documental estadounidense fue dado a la producción austriaca Sea of Shadows de Richard Ladkani, documental que expresa la preocupación del director por la extinción de la vaquita marina, especie endémica mexicana “Nosotros esperábamos estar en (Sundance) para hacer un llamado al cambio en México, se trata de poner los reflectores en la crisis: carteles de droga mexicanos, la mafia china intentan arruinar el planeta mientras ganan millones de dólares, con esto queríamos hacer ver que no pueden hacer eso”.

Lucía Garibaldi, directora de Los Tiburones (Golden Globes)

Continuando con la representación de las mujeres de América Latina, las competencias dramáticas mundiales incluyó la victoria de Lucía Garibaldi a Mejor Dirección, gracias a su ópera prima Los Tiburones–la primera producción uruguaya (en cooperación con Argentina y España) en participar en el festival- en palabras del miembro del jurado Ciro Guerra, gracias a su “madurez sorprendente de las aventuras sexuales de una chica”, premio que la directora agradeció en un discurso en castellano: “Ojalá sirva de ejemplo de que se puede llegar a donde uno quiere”, dijo Garibaldi.

El mensaje que dieron cineastas como Garibaldi, Rivera, Ibarra, Ladkani, Olive, Lear, Talbot, y muchos otros, es de apertura: de fronteras, oportunidades, humanidad. Mensajes que buscan la ruptura del status quo que mantiene a las mujeres, a los migrantes, a los refugiados, a los estigmatizados, e incluso a la naturaleza en un papel de extraño que le quita cualquier condición de dignidad.

Los tiempos que vivimos, altamente politizados por una ola de polarización radical, se reflejan no sólo en la selección que Kin Yutani y su equipo crearon en su primer año como Directora de Programación, la cual incluye un 44% de directoras mujeres, directores latinoamericanos y una vasta gama de historias sobre la lucha humana, sino que en los premios otorgados, por el público y los jurados, también se refleja un interés por trascender los vestigios de dicho sistema, cada vez más caduco gracias, en gran medida, al poder del arte que tiene la oportunidad de expresarse en espacios como Sundance.

(Sundance Institute)

Presentamos la lista de los largometrajes ganadores:

US DRAMATIC COMPETITION

Grand Jury Prize

Clemency

Audience Award

Brittany Runs a Marathon

Directing

Joe Talbot – The Last Black Man in San Francisco

Waldo Salt Screenwriting Award

Pippa Bianco – Share

Special Jury Award for Vision and Craft

Alma Har’el – Honey Boy

Special Jury Award for Creative Collaboration

The Last Black Man in San Francisco

Special Jury Award for Breakthrough Performance

Rhianne Barreto – Share


US DOCUMENTARY COMPETITION

Grand Jury Prize

One Child Nation

Audience Award

Knock Down the House

Directing

Steven Bognar & Julia Riechert – American Factory

Special Jury Award for Moral Urgency

Jacqueline Olive – Always in Season

Special Jury Award for Emerging Filmmaker

Liza Mandelup – Jawline

Special Jury Award for Cinematography

Luke Lorentzen – Midnight Family


WORLD CINEMA DRAMATIC COMPETITION

Grand Jury Prize

The Souvenir

Audience Award

Queen of Hearts

Directing

Lucía Garibaldi – The Sharks

Special Jury Award

Alejandro Landes – Monos

Special Jury Award for Acting

Krystyna Janda – Dolce Fine Giornata


WORLD CINEMA DOCUMENTARY COMPETITION

Grand Jury Prize

Honeyland

Audience Award

Sea of Shadows

Directing

Mads Brügger – Cold Case Hammarskjöld

Special Jury Award for Impact for Change

Tamara Kotevska & Ljubomir Stefanov – Honeyland

Special Jury Award for Cinematography

Fejmi Daut & Samir Ljuma – Honeyland


NEXT

NEXT Audience Award

The Infiltrators

NEXT Innovator Award

The Infiltrators


Alfred P. Sloan Feature Film Prize

The Boy Who Harnessed the Wind

Sundance Institute/Amazon Studios Producers Awards

Carly Hugo & Matt Parker – Share

Sev Ohanian – Lori Cheatle

Sundance Open Borders Fellowship Presented by Netflix

Talal Derki – Of Fathers and Sons

Chaitanya Tamhane & Tatiana Huezo – Night on Fire

Fuentes:

SUNDANCE: EL FESTIVAL QUE UNE A LA COMUNIDAD

POR: ANTONIO HARFUCH ÁLVAREZ

22 de enero de 2019

El próximo 24 de enero comienza el festival de cine independiente más destacado en su rubro. Sundance 2019 ofrece una extraordinaria propuesta artística en la que reafirma su compromiso con las narrativas de todos los orígenes y géneros, siendo una plataforma de creación y difusión. De esta manera, los artistas que Sundance ha descubierto e impulsado, forman hoy la nueva generación del cine independiente estadounidense, tal es el caso de Damien Chazelle quien, catapultado con su reconocida Whiplash (2014), ha continuado una carrera prometedora con títulos como La La Land (2016) que le valió el Premio de la Academia a Mejor Director y First Man (2018), película de apertura de la 73ª Muestra de Venecia.

Robert Redford, fundador del festival, escribió en un comunicado de prensa sobre la importancia de las historias para el sustento de la sociedad. “Las elecciones que hacen para hacerlo, los riesgos que toman y que definen nuestra experiencia colectiva. Este año el festival está lleno de narradores que presentan retos, preguntas y entretenimiento. Contando historias, toman decisiones complicadas en su búsqueda de la verdad y el arte. La cultura se beneficia”.

This is not Berlin de Hari Sama (Sundance Institute)

Para este 2019, Sundance ha renovado su dirección artística, ahora a cargo de Kim Yutani, con quien se ha creado una oferta única con 5 secciones en competencia, estrenos de ficción y documentales y la versátil sección Midnight que arropa a películas de género y vanguardia. También es bajo esta nueva dirección que se presentarán más de 120 largos seleccionados de 33 países diferentes de los cuales 44 son óperas primas, el 45% son dirigidos por mujeres, mientras que el 35% por directores de color y el 15% por personas que se identifican como LGBTTTQIA.

Con una curaduría extensa que une a países lejanos, cines distintos, artistas en búsqueda de expresión, el Festival de Sundance une a la comunidad cinematográfica de todo el mundo para celebrar al cine como una manifestación artística en tiempos convulsos, que encuentra su voz a través de artistas inquietos, constantes y visionarios, fomentando el análisis y la reflexión. Esta edición será inaugurada en DAY ONE con las películas After the Wedding de Bart Freundlich con Julianne Moore y Michelle Williams, basada en la película de Susan Bier nominada al Óscar; y Native Son de Rashid Johnson, un coming of age situado en Chicago de los treinta.

LAS SECCIONES

To the Stars de Martha Stephens (Sundance Institute)

La sección U.S. Dramatic Competition hace un recorrido íntimo de Estados Unidos a través de historias de descubrimiento personal cargado de personajes femeninos cambiando y reimaginando su camino. Dentro de las películas que la conforman destacan la adaptación de la obra de Richard Wright, Luce de Julius Onah en donde participan Octavia Spencer y Naomi Watts, To the stars, de Martha Stephens, Them that follow de Britt Poulton y Dan Madison Savage y Honey Boy -co-escrita por el actor Shia LaBeouf.

El jurado de esta sección se integra por los directores Desiree Akhavan (Ganadora del Premio del Jurado de Sundance 2018 por The Miseducation of Cameron Post), Damien Chazelle (Guy and Madeline on a Park Bench, 2009), Dennis Limm, director de programación de la Film Society of Lincoln Center, Phyllis Nagy, guionista de Carol (Todd Haynes, 2015)  y la actriz Tessa Thompson (Sorry to Bother You, 2018).

16 estrenos documentales se presentarán en U.S. Documentary Competition, la cual busca “una propuesta que ilumina las ideas, gente y acontecimientos de la actualidad”, destacada por su compromiso con la historia reciente que moldea a Estados Unidos y la conversación mundial. Compitiendo en esta sección se encuentra la coproducción de México-Estados Unidos, Midnight Family de Luke Lorentzen producida por No Ficción, historia sobre las noches de emergencias médicas en la Ciudad de México.

Midnight Family de Luke Lorentzen (Sundance Institute)

Aquí también se presentarán títulos como Apollo 11 de Todd Douglas Miller, la cual cuenta con material de archivo en 70mm nunca antes visto del viaje exploratorio a la Luna; Hail Satan de Penny Lane muestra el auge de la iglesia satánica de Estados Unidos; Knock down the house de Rachel Lears al pueblo estadounidense convertido en insurgente para desafiar la elección de figuras incómodas en el Congreso, con foco en Alexandria Ocasio-Cortez; Where’s my Roy Cohn de Matt Tyrnauner desnuda las artes políticas de Estados Unidos llevadas a cabo por Roy Cohn, figura detrás de demagogos como Joseph McCarthy y Donald Trump; y la coproducción de China-Estados Unidos, One Child Nation de Nanfu Wang y Jialing, la cual Zhang narra el experimento social de China que solo permite un hijo por familia.

En las secciones en competencia también se encuentran World Cinema Documentary Competition, dedicada al talento emergente de todo el mundo “con perspectivas frescas y estilos innovadores”, así como World Cinema Dramatic, en la que compite el mexicano Hari Sama con This is not Berlin, largometraje que cuenta la ruptura de la monotonía juvenil después de la Copa Mundial de 1986. El jurado de esta última sección se conformará por la ganadora de la Palma de Oro de Cannes, Jane Campion (The Piano, 1993), el productor francés Charles Gillibert (Mustang, 2015) y el director colombiano Ciro Guerra (El Abrazo de la Serpiente, 2015),

En  NEXT, donde se destacan los trabajos más arriesgados e innovadores del cine estadounidense, participan 10 filmes que serán evaluados por un único jurado, Laurie Anderson, quien otorgará el Premio a la Innovación que el año pasado obtuvo We the animals (Jeremiah Zagar, 2018). Aquí, la comunidad trans estadounidense está representada con Adam de Rhys Ernst, película que aborda la escena trans-lésbica en el Nueva York de los principios del año 2000.

Paradise Hills de Alice Waddington (Sundance Institute)

Asimismo, Paradise Hills, coproducción de España-Estados Unidos dirigida por Alice Waddington y con la actuación de Emma Roberts, Milla Jovovich y Eiza González, se centra en un centro de rehabilitación emocional que esconde un siniestro motivo detrás de su aparente misión. Naomi Watts protagoniza The Wolf Hour de Alistair Banks Griffin que, con tintes hitchcockianos “captura la figura de una antiheroína paralizada de ansiedad” a finales de los setentas en la violenta e insegura Nueva York.

IMPERDIBLES

La revista IndieWire ha hecho su selección de los cortometrajes más esperados este 2019, destacando Dulce de Guille Isa y Angela Faccini, seleccionado en el Festival de Toronto y ganador del premio a Mejor Documental del Festival de Palm Springs, trabajo en el que una madre le enseña a nadar a su hija en las violentas olas del mar de Colombia, afectado por el cambio climático. Lavender de Matthew Puccini inspirada en una relación de tres que el realizador tuvo con una pareja gay en la que descubrió la madurez y el estilo de vida de estas relaciones. También destacan la animación Undercovers de Michaela Olsen, Sometimes I think about dying de Stefanie Abel Horowitz, en el que una chica a punto del suicidio encuentra el amor.

Lavender de Matthew Puccini (Sundance Institute)

Asimismo, la sección Midnight, vuelve a ser una sensación después de que el año pasado destacó por títulos como Assassination Nation de Sam Levinson, Revenge de Coralie Fargeat y Mandy de Panos Cosmatos. Para este año los títulos que prometen terror y suspenso son Wounds de Babak Anvari basada en la novela “The Visible Filth” de Nathan Ballingrud y con las actuaciones de Armie Hammer y Dakota Johnson; Little Monsters de Abe Forsythe, una comedia de género que se regodea en ser salvaje, frenética y absurda, con un reparto fabuloso encabezado por Lupita Nyong’o; así como Mope de Luchas Heyne, término que hace referencia a los actores pornos de más bajo nivel y en el que Steve Driver y Tom Dong buscan un el amor y la aceptación en la multimillonaria industria mundial de la pornografía.

En los estrenos de ficción fuera de competencia se proyectarán The boy who harnessed the Wind debut directoral del también actor Chiwetel Ejiofor (12 Years a Slave, Steve McQueen, 2013), basada en la autobiografía de William Kamkwamba y Bryan Mealer sobre cómo la firmeza y la creatividad ayudaron a una comunidad en Malawi a salvarse de la sequía. También se encuentra Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile de Joe Berlinger, protagonizada por Zac Efron, Lily Collins y Jim Parson, la cual hace una crónica de los crímenes de Ted Bundy desde la óptica de su esposa quien se rehusaba a aceptar la verdad. Photograph de Ritesh Batra explora la relación de un fotógrafo con una desconocida a quien le pide hacerse pasar por su prometida para cumplir con la norma social.

The Boy Who Harnessed the Wind de Chiwetel Ejiofor (Sundance)

Finalmente, los estrenos de documental destacan por la actualidad de sus temas, entre los que aparecen Love Antosha de Garret Price sobre la vida del joven y prolífico actor fallecido en 2016, Anton Yelchin, que hace un retrato sobre la influencia que tuvo en los actores de su generación así como de su vida personal moldeada por una increíble autenticidad; y Untouchable de Ursula Macfarlane, quien desmenuza los abusos monstruosos del productor Harvey Weinstein en Hollywood, desde sus métodos hasta las consecuencias de los mismos.

Fuentes:
– Programa del Festival de Sundance. Capturado el 20 de enero de 2019.
https://www.sundance.org/festivals/sundance-film-festival/program
– Adelman, Kim. Sundance 2019 Short Film Preview: 10 Must-See Gems, From Vampires to Emily Mortimer. Capturado el 20 de enero de 2019.
https://www.indiewire.com/2019/01/sundance-2019-best-short-films-1202035574/
– Erbland, Kate. Sundance 2019 Announces Full Features Lineup, Including Premieres and Competition. Capturado el 20 de enero de 2019.
https://www.indiewire.com/2018/11/sundance-2019-features-lineup-premieres-competition-1202023658/

RESET, FRAGMENTOS DE LA DIFERENCIA. ENTREVISTA CON RODRIGO MARTÍN JAFFE

POR: ANTONIO HARFUCH ÁLVAREZ

15 de enero de 2019

Grande es la verdad, pero más grande todavía, desde un punto de vista práctico, el silencio sobre la verdad”.

Un mundo feliz, Aldous Huxley.

En Un mundo feliz, Aldous Huxley imagina una sociedad que modifica la genética y hace uso del clonaje para controlar y condicionar a los individuos; el método Bokanowsky, donde grupos uniformes de hombres y mujeres aman lo que tienen que hacer. “Todo condicionamiento tiende a esto: a lograr que el hombre ame su inevitable destino social” [1]. En este imaginario, Huxley plantea una divisa planetaria basada en la comunidad, la identidad y la estabilidad donde el hombre es capaz de superar a la naturaleza.

El director británico Stanley Kubrick, en 1971, llevaría a la pantalla grande con gran polémica la adaptación de la novela de Anthony Burgess, La Naranja Mecánica, que planteaba el Método Ludovico, un tratamiento de “reeducación” a criminales para ser reinsertados en la sociedad. Cualquier impulso de violencia provocaría en el paciente repulsión y dolor. En ambos casos, se muestra una inquietud por estandarizar desde la “invención humana”. Huxley para buscar la “estabilidad social” y Burgess-Kubrick para el “saneamiento social”.

Si ambos ejemplos parten de imaginarios distópicos en periodos de experimentación antes y después de la Segunda Guerra Mundial, actualmente existen centros de conversión sexual donde hombres y mujeres son internados, en muchas ocasiones, por sus propios familiares que consideran a la homosexualidad como una enfermedad.

Reset (Cortesía Rodrigo Martín Jaffe)

The Miseducation of Cameron Post (Desiree Akhavan, 2018), película galardonada con el Premio del Jurado en Sundance 2018 y basada en la novela homónima de Emily M. Danforth, cuenta los estragos que vive Cameron Post (Chloë Grace Moretz) en un centro de conversión sexual cristiana que a través de la culpa, motiva a sus internos a odiarse por sentir atracción hacia alguien de su mismo sexo. El filme muestra las repercusiones de estos centros que provocan desestabilidad psicológica y afectiva en los pacientes, lo que ha provocado un gran debate sobre la naturaleza de estos métodos y por ende su prohibición legal.

México no es la excepción. En un país donde reina el machismo, la homofobia y la misoginia, posicionado en el segundo lugar, después de Brasil, por más crímenes cometidos por homofobia, la homosexaulidad es más un objeto de persecución. Un país católico que defiende a periodistas debatiendo sobre si la orientación sexual es “normal”, y una Iglesia que encubre a verdaderos criminales que abusan sexualmente de menores sin que haya un juicio civil. El “crimen” de ser homosexual en México lleva a las personas al  armario de la represión sexual, al aislamiento social y a una creciente tasa de suicidio juvenil a nivel mundial, con el lugar 78 de 100, el tercer lugar en América Latina después de Brasil y Argentina, según datos de 2012 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El pasado III Programa de Diversidad Sexual de Morelia, presentó en su Competencia Nacional de cortometraje a Reset, del realizador regiomontano Rodrigo Martín Jaffe que llevado por su propia experiencia familiar y de su observación crítica del contexto en el que vive, construye el relato de una sociedad reseteando la homosexualidad. Co-escrito con el también productor Emilio Leija, se asoma a la historia de Manuel, un adolescente sometido al procedimiento Reset por su propia madre. Manuel a su regreso vive en un estado de depresión y repulsión por su atracción a personas de su mismo género. Es su hermano, quien lo ayudará a intentar revertir este tratamiento en una realidad distópica hiperconectada donde la diversidad es ilegalidad.

Rodrigo Martín Jaffe (Cortesía)

El cortometraje logró una Mención Honorífica en el Programa de Diversidad, “por un guion original sobre un futuro distópico que trata de devolver la humanidad a sus personajes y que además nos alerta de una sociedad que pretende imponer su heteronorma, ofreciéndonos a la vez, una solución universal: el amor”.

En entrevista para el blog, Martín Jaffe habla de lo personal que es esta historia y de cómo ha logrado conectar con el público de más de 30 festivales alrededor del mundo. “ Lo que yo escribo sale a partir de los demonios a los que me tengo que enfrentar a lo largo de mi día a día. Hacer cine es una manera de librarse de ellos. Al ver una película nunca sabemos que lo que presenciamos es justo lo que necesitábamos ver. Me da gusto que la gente se vea reflejado en este corto”.

“Una familia de tantas”

El guion que tuvo más de 20 tratamientos y contó con la asesoría de Juan Manuel González, director de la carrera de Producción Cinematográfica Digital de la Universidad de Monterrey, se inspira en entrevistas que hizo a amigos de todo el mundo acerca de sus relaciones familiares, en donde descubrió que la dominación y opresión en las familias no sólo tenía que ver por motivos de diversidad sexual sino a las dificultades a las que alguien “diferente” se enfrenta con su familia y la sociedad. “La normalización de contenido LGBT+ me parece que es muy necesaria, no sólo como una historia sobre salir del clóset o de aceptar quién eres. En este caso se trata de cómo la familia y el entorno te buscan someter aunque luego también pueda aparecer la aceptación”.

Reset (Cortesía Rodrigo Martín Jaffe)R

La historia provoca una reflexión emocional al abordar las relaciones familiares y lo importante que es su base armónica para la aceptación e inclusión de las minorías. “Pienso en la madre no como el personaje antagónico sino como testamento de todas estas relaciones que por diversos motivos no logran desarrollarse. Ella les dio ciertas bases a sus hijos para poder quererse y cuidarse. En las historias más tristes de familia, hay ciertos momentos donde los padres quieren a sus hijos y donde se enseñan a querer. El error que ven los padres, es cuando los hijos se descarrilan, cuando se dan cuenta que son individuos que piensan por sí mismos, que sienten por sí mismos, que pueden controlarse”.

El proyecto tenía la intención de hablar de su relación personal con su hermano menor pero desde la ficción. “Cuando lo terminamos de ver en el examen profesional, tuvimos un momento muy catártico donde mi hermano y yo nos abrazamos. A toda mi familia le emocionó. Yo había tenido conversaciones con ellos respecto de mi sexualidad. El corto ayudó a cerrar el ciclo. Especialmente mi relación con mi hermano. Fue un corto dedicado a él”.


“Necesito del mar porque me enseña”

La Mar de Pablo Neruda.

Entre las referencias argumentales y visuales de Martín Jaffe destacan realizadores como Yorgos Lanthimos (The Lobster, 2015), Xavier Dolan (Les Amours Imaginaires, 2010) y Julio Hernández Cordón (Te Prometo Anarquía, 2015). “Me fascinó la idea de Lanthimos  de la creación de un mundo muy parecido al nuestro pero con un elemento distópico”. Mientras en The Lobster, la soltería es vista como innatural y los individuos deben permanecer en un hotel hasta encontrar pareja en menos de 45 días, en Reset, las personas son sometidas a un internamiento forzoso de tácticas terapéuticas de aversión que finaliza con una marca en el antebrazo de los pacientes.

Y tu Mamá También (IMDb)

Del mexicano Hernández Cordón, se inspiró en el diseño de arte de Te prometo anarquía (2015) que define como “sketchy” pero también con influencias argumentales. “Era esta historia de dos personajes en contra del mundo, contra una sociedad. La filmografía de Alfonso Cuarón también es referencia de manera indirecta por los personajes que son arrasados por el contexto en el que viven como en Los Hijos del Hombre (2006) o Y tu Mamá También (2001)”.

De Xavier Dolan, se inspira en la puesta en cámara y en el uso de recursos tanto visuales como metafóricos, como en las secuencias donde ambos hermanos imaginan que están en una playa. “Cuando vi este recurso en las películas de Dolan quise usarlo. Quizá nunca pudieron llegar hasta allá porque el ambiente donde vivían los consumió. No hay la posibilidad pero ellos construyen su propio paraíso dentro de su realidad. Como una declaración de que no importa el exterior. La playa es un fragmento de su imaginación y una aproximación a su pensamiento. A pesar de todo lo que están viviendo, están unidos y seguirán así”.

Historias por ver

Rodrigo Martín Jaffe es un director curioso, productivo, inquieto. Está en la búsqueda de un cine que muestre otros lugares, otros paisajes, otras historias de México. “Me parece que vivimos en país muy diverso y hermoso, que tiene mucho que ofrecer a nivel visual y humano ¿Cuántas historias nos estamos perdiendo por no poder voltear a verlas? La película de Ernesto Contreras Sueño en otro Idioma (2017) tiene el gran logro de ser filmada en Veracruz. En ese sentido me parece también muy importante la descentralización del cine”.

En el centro: Rodrigo Martín Jaffe, Tania Claudia Castillo y Emilio Leija (Morelia Programa)

Rodrigo Martín Jaffe cierra hablando de su paso por la Competencia Nacional de Cortometraje del Programa, al que ve como un encuentro de propuestas que generaron diversidad de opiniones y de públicos. Como un programa que mira al futuro desde un presente consciente. “Por ejemplo, Un Amor en Rebeldía (Camelina de Plata 2018) de Tania Claudia Castillo proviene de un pasado y lo combina con un presente. Para algunos podría tener un aire nostálgico y para otras personas significa la oportunidad de obtener luz y no olvidar de dónde vinimos”.

El siguiente paso profesional para Rodrigo Martín Jaffe después de Reset, fue dentro del primer Concurso Puerta de la Creación, donde su cortometraje Las Estrellas También Mueren, resultó ganador. Además de continuar con la exhibición de este trabajo en festivales, también se encuentra en la elaboración de la que proyecta sea su ópera prima, una road movie de Monterrey hacia otra ciudad.

[1]  Huxley, A. Mundo Feliz (1969). Plaza y Ganes: Barcelona, p. 20.

Fuentes:

Tania Castillo: la homosexualidad como posición política

Tania Castillo fue la ganadora de la Camelina de Plata al mejor cortometraje documental por “Un Amor en Rebeldía” en la Selección Oficial en Competencia del III Programa de Diversidad Sexual+ Morelia.

Hablamos con la joven realizadora graduada del CCC sobre lo que significa la lucha lesbofeminista, su proceso creativo y lo que viene en el futuro para su cortometraje y para ella.

“Un Amor en Rebeldía” retrata la vida y lucha de Yann Maria Castro, una pionera del movimiento lesbofeminista en la Ciudad de México durante los años 70s. El cortometraje documental narra las luchas políticas de la activista por normalizar una preferencia considerada enfermiza hasta ese entonces entre una sociedad conservadora y dogmática. Yann continúa su activismo hasta el día de hoy, mostrando a una nueva generación todo el camino recorrido para llegar a las libertades que se gozan hoy.  

El poder de la historia de Yann  cautivó a Tania, sobre todo la relevancia de un diálogo intergeneracional para conocer el camino recorrido en el activismo de la diversidad. “Conocí a Yann María a finales del año pasado y supe de su historia personal- que me llamó mucho la atención- y su trayectoria política. Me parecía que había que contarla, pues me pude identificar con ella en un sentido muy humano. También me parecía que era una historia que no estaba contada aún. Este movimiento que ella encabezó y que era importante rescatar. Que se supiera de dónde viene lo que ahora hay en términos de conquista de los derechos y las libertades de las personas homosexuales y las mujeres lesbianas”.

Tania con la Camelina de Plata

El patriarcado masculino es patente incluso en la lucha de la diversidad, pues la invisibilización de las lesbianas y el control sobre el movimiento es descrito por la activista. Tania buscó retratar esa lucha feminista con una visión crítica hacia dentro del movimiento: “… dentro del mismo movimiento homosexual, pasaron por un proceso que las invisibilizaba. Los hombres no querían decir: “Es la marcha de homosexuales y lesbianas” porque “homosexuales” les englobaba a todos y nosotras queremos sentirnos representadas. No sé si puedo identificarme pero sí empatizar porque al final es una lucha de mujeres.“ El acercamiento a la liberación feminista exhibe la marginalidad atroz que sufrían durante la época: “Yann me contó cosas brutales. Porque ser mujer ha sido mucho más complicado que ser hombre.  Primero fueron rechazadas y luego tuvieron que aguantar un sentido de propiedad sobre ellas. Había abusos sexuales, las encarcelaban, las metían en hospitales psiquiátricos. Los hombres podían salir del clóset y ser rechazados. Pero ellas eran cautivas de sus familias”.

“Un Amor en Rebeldía” nació del encuentro de la realizadora con Yann durante un ciclo sobre la historia del movimiento de liberación homosexual mexicano de los 70s. Inmediatamente conectaron alrededor de una pasión compartida por el activismo: “Platicamos y conectamos pues yo también he hecho cierto activismo político- no feminista. Lo que ella tiene es una convicción por la lucha política que vive y es parte de su ser. Luego le planteé la posibilidad de hacer algo juntas y ya de ahí lo seguimos.”

El proceso continuó con una serie de negociaciones artísticas sobre la obra, sus significantes y lo que representa para cada una de las dos: ”Nos sentamos a hablar varias veces. Ella me pidió que le explicara cómo iba a ser el rodaje. Hablamos también de contenido. Para ella eran importantes unas cosas, para mí otras, y sí hubo un acuerdo. Al final creo que el docu es muy de ella. Fue una construcción de confianza y la confianza tuvo base en que las dos acordamos cómo hacer este proyecto. Planeamos un par de entrevistas en su casa y ya empezamos a hacer más en el rodaje”.

Quizá las nuevas generaciones den por sentado mucho del camino recorrido por las activistas de la diversidad . Tania considera que la efervescencia juvenil por el cambio y el progreso ha sido destruida por el individualismo de las redes: “Algo muy notorio y un poco triste es que en los 70s había unos ideales, unas convicciones y unos sueños por cambiar el mundo impresionantes, que ya no hay ahorita en mi generación. Había tantas cosas sucediendo, veníamos del 68; el mundo tenía que cambiar. Era gente que daba la vida por esas causas. Mucha gente perdió la vida. Creo que ahora tenemos que empezar a construir ya con una condición social muy distinta y con gente que a lo mejor no está tan interesada. Es más difícil salir del individualismo, de las redes sociales, de todo lo que nos inunda como sociedad. Creo que ahorita hay mucha falta de convicción. Tal vez nos hemos encerrado en nuestros propios mundos y al final somos nosotros quienes pueden luchar. Quienes tenemos más conciencia y más posibilidades podríamos hacerlo.”

Es en ese punto que la joven directora propone un regreso al activismo político de antaño, a dejar las medias tintas y considerar la identidad propia como una posición política, pues la homosexualidad en sí no es intrínsecamente rebelde: “Creo que para ser rebelde habría que asumir el ser gay como una posición política, como asumir el ser mujer como una posición política. No creo que sea por definición. Creo que tiene más que ver con cómo lucha uno en la vida siendo lo que es; siendo gay, siendo mujer.”

Esta lucha por la diversidad es patente en el Programa de Diversidad Sexual + Morelia. Sobre el evento, Tania se sintió sorprendida por “…la calidad de los trabajos y el programa de cortos en el que yo estuve me pareció una muy buena selección. Las películas, creo que muy difícilmente llegan a estos espacios de grandes festivales.” Sobre la ola de nuevo cine queer  que llega a las salas alcanzó a apuntar que: “Es un ala del cine que tiene mucha fuerza. Las historias tanto de ficción como de documental que se están contando al respecto, no dejan de sorprendernos, además de todas estas cosas que ayudan a que entendamos dónde estamos y cómo estamos parados. Hay grandes directores y directoras que están en el tema.. Creo que es un área del cine que vale la pena y qué importa que haya espacios como éste para que se sigan encontrando”.

Tania Castillo inició el camino de “Un Amor en Rebeldía” con el pie derecho. La Camelina de Plata la celebra como un talento en desarrollo por lo que el jurado dictaminó como “una narración sencilla con un personaje sumamente poderoso que a pesar de los obstáculos y situaciones complejas que ha atravesado en su vida, mantiene intacta la ilusión, el espíritu de lucha y el positivismo, convirtiéndose en referencia e inspiración.”

En días pasados, PROCINE anunció que Castillo había sido la ganadora de la convocatoria Ópera Prima Documental, llevando la historia de Yann a un largometraje de nombre “Juntas Somos Fuertes”.