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“Chicuarotes” de Gael García Bernal, en el suspenso por escapar.

Por Antonio Harfuch Álvarez

“Chicuarotes” del director y actor mexicano Gael García Bernal, es una de esas películas nacionales que puede resultar tan común como extraordinaria. Heredera del cine que protagonizó a principios de los 2000, tiene la crudeza con la que se retrató la Ciudad de México (esta vez la parte rural) en “Amores Perros” (2000) como el retrato de una juventud reconociéndose en “Y tu mamá también” (2001).

Con guion de Augusto Mendoza (“Abel”, 2010) “Chicuarotes”, gentilicio de los habitantes del pueblo de San Gregorio Atapulco de Xochimilco en la Ciudad de México, comienza con Cagalera (Benny Emmanuel) y Moloteco (Gabriel Carbajal), dos payasos que cuentan chistes en un autobus para ganarse la propina de los pasajeros. Sin éxito y para la sorpresa de Moloteco que sigue cada jugada de su amigo como oveja pasiva, Cagalera saca una pistola y asalta a los pasajeros. “Se los dijimos por las buenas y no hicieron caso”. Este acto será el comienzo de la complicidad entre dos amigos que pasan de payasos a delincuentes.

Al interior de la vida de Cagalera, las cosas no parecen ir bien. Su madre Tonchi (Dolores Heredia) es violentada por su padre alcohólico Baturro, quien vive añorando su pasado como taxista y amigo de Olga Breeskin y El Comanche. También presume de su piel blanca de origen español e insulta sus hijos por tener la piel morena. Cagalera se enfrenta Baturro con terror por defender a su madre y acaba cada noche por huir a casa de su amiga-novia Sugheili (Leidi Gutiérrez) que cuida de dos ajolotes. “Estos animalitos son de aquí y el agua se ha vuelto tan sucia que ya no pueden ni vivir ahí”.

Las puertas para Cagalera están cerradas por todas partes. Por eso no sorprende que recurra a convertirse en delicuente. No como una opción a decidir sino como su único destino: salir del pueblo y empezar una nueva vida con Sugeli. En este intento, su acompañante es Moloteco que no está muy seguro de lo que está haciendo pero que será fiel hasta el último momento.

La decadencia su pueblo los va a alcanzar hasta impedir que logren su cometido. Pero también las contradicciones que hay en una persona entre sus valores y su realidad. Ambos amigos saben que no están haciendo lo correcto pero sus actos parecen tener la inocencia de dos niños que están jugando con fuego. Escondida por fuera está la violencia, la homofobia, el racismo, el machismo y el resentimiento de un país que está perdido. “Chicuarotes” se convierte en un relato de ficción de nuestro tiempo, que es peor de común de lo que pensamos y así de extraordinario de lo que hemos visto. No por su realismo sino por la fatalidad de sus consecuencias; por la ausencia de respuestas y en el suspenso de un intento de escape. Desbordante en tensión, revela el drama de un país del que solo se puede salir con quemaduras o al que hay que preservar en una pecera de cristal.

La película fue presentada en el Festival de Cannes 2019, en una presentación especial fuera de competencia.

XPOSED premia a directoras en su 13ª edición

Por Patricia Ríos.

El Festival de Cine Queer de Berlín XPOSEDllegó al fin de su 13ª edición el pasado domingo 27 de mayo. Este año incluyó trabajos premiados mundialmente como Les Vies de Thérèse y Les Iles, ganadoras de la Queer Palm, así como Three Centimetres, cortometraje ganador del Teddy Award. Asimismo, la legendaria directora austriacaMara Mattuschka presentó su última película Phaidros y dio una clase magistral donde platicó de sus inicios en el cortometraje.

Para el Programa Diversidad Sexual + Morelia representó un ocasión excepcional pues el cine mexicano tuvo una noche especial en un programa invitado al Festival titulado “Cuerpos, juegos y territorios”, que causó un impacto conmovedor en el público internacional debido a la crudeza y sinceridad con la que los seis cortometrajes presentados retratan la diversidad sexual en diferentes regiones y contextos del país.

El festival culminó con la entrega de los premios Lolly, en los que el jurado integrado por el director Lasse Langström, la directora y fotógrafa Zara Zandieh y el curador del Programa de Diversidad + de Morelia Antonio Harfuch, seleccionaron a los cortometrajes ganadores en las diferentes categorías, así como al ganador del Queer Short Film Fund, del cual la misma Zandieh fue ganadora en 2016. Durante la ceremonia se hizo dio una declaración sobre la importancia de las mujeres cineastas este año (siendo todas las ganadoras mujeres), así como un reconocimiento a cada uno de los participantes bajo una ideología de solidaridad frente al espíritu capitalista.

Para el fundador y co-director del festival,Bartholomew Sammut, todos los proyectos son ganadores: “Si no creyéramos que cada uno de ellos puede ganar no los habríamos seleccionado en primer lugar, lo mismo sucede con el Fondo, pero el que estos trabajos hayan resaltado para el jurado les da algo extra, especialmente después de una deliberación tan comprometida, bien pensada y seria” menciona Bartholomew.

El filme de clausura fue Who Will Fuck Daddydel miembro del jurado Lasse Langström, destaca por su estilo onírico en la exploración del género y la sexualidad: “Este es un trabajo que vino desde lo interno, en lugar de lo externo” mencionó el director quien nos brinda a través de su trabajo, un renacimiento personal.

Acompañando este extraordinario proyecto se presentó el cortometraje de producción estadounidense, colombiana y mexicana BorderHole de Amber Bermak y Nadia Granados, quienes se habían presentando en la edición anterior de XPOSED y en el Programa “Xposed en Morelia” en 2017, con su trabajo Tell me When you Die. Nuevamente aplicando el estilo video-performance, las directoras hacen un documental experimental de denuncia, esta vez concentrándose en el discurso de odio estadounidense enfocado en la escisión ellos-nosotros. El país de la libertada con su skyline de progreso industrial y mercantil, es presentando como un sistema de violencia que perpetúa el control y la vigilancia, bajo la excusa de protección contra aquellos peligros “incomprensibles” e “irracionales” que se encarnan en los no-americanos. El cuerpo de la mujer es víctima de este sistema, ya sea la muerte dentro de una bolsa de plástico o la vida enraizada en la cocina.

Debido a su atrevida exploración de las fronteras intangibles dentro de las cuales se rechaza violentamente el cuerpo de la mujer, este cortometraje recibió Mención Honorífica a Mejor Cortometraje XPOSED, categoría en la que resultó el empate de My Own Wings de Katia Repina y Carla Moral, y Latifúndio de Érica Sarmet. El primer cortometraje se enfoca en diversas experiencias de personas intersexuales, trascendiendo lengua, nacionalidad y subjetividad, pero manteniendo en mira las barreras familiares, sociales y personales, gobernadas por la vergüenza que afecta no sólo la visibilización frente a los demás, sino la visión de sus propios cuerpos.

Por su parte, Latifúndio, el primer cortometraje de la brasileña Érica Sarmetresultó ganador gracias a que “creó y nos invitó a un espacio queer dinámico tanto para la risa como para el pensamiento envuelto en una atractiva banda sonora”. En un trabajo atrevido y sin miedo, este cortometraje experimental que formó parte del Programa “Perversión y decadencia” se acerca al cuerpo femenino más allá de lo que lo conforma como materia.

En la categoría Mejor Cortometraje Alemán el ganador fue el formidable Riot Not Diet de Julia Fuhr Mann. Se trata de una película feminista y queer que representa el cuerpo de la mujer “con gracia, en una manera poética, utópica, visualmente cargada y sin vergüenza”. La identidad corporal está definida por su politización y estandarización. En este cortometraje vemos el cuerpo de la mujer en sus detalles e implicaciones sociales. Partiendo de su desnudez nos acercamos íntimamente a los poros y lunares de sus personajes, pero al ser abierto el panorama, las encontramos desafiando la reducción de su carne a su potencial productivo del sistema capitalista, así como el reproductivo, naciente de su construcción como entidad de deseo sexual: “Quería expresar a través del cuerpo, cómo es la mujer en la sociedad”, menciona la joven directora.

En dicha categoría, la Mención Honorífica fue para Va-Bene de Brenda Jorde, documental sobre el artista que da nombre al trabajo. Va-Bene resultó haber nacido en África, pero no por ello se siente obligado ni a dar un discurso artístico africano, ni a aceptar su perfomance como un arte normalizado a lo occidental; él, tanto en su vida artística como personal, va en contra de cualquier categoría. En las culturas donde la mujer es considerada como inferior, su cuerpo es más político que el de cualquier otro. Así, argumentando que el género es performativo en cuanto a la identidad que proyectamos a los demás, Va-Bene incursiona en “los rituales de convertirse en el Otro”, a riesgo de ser percibido como “demoniaco” o “anticristo”. Su directora menciona: “Es un retrato, pero también es un statement, Va-Bene empieza a ser él mismo partiendo de la irritación social”.

Merle Groneweg, co-directora del festival, menciona que la importancia de dar reconocimientos de este tipo se puede apreciar particularmente en este último trabajo: “Es la primera película de Jorde, ella hizo todo, desde el guion hasta la edición y no sabía lo que le deparaba el futuro cinematográfico o si tan siquiera esperaba uno, pero tal vez a partir de esta experiencia haya recibido un empujón para seguir, eso significa mucho para mí”.

Finalmente, el Premio del Público fue para Everything I´m Not de Roman Manfredi, quien retrata a mujeres en Reino Unido según su identidad de género y orientación sexual, no a partir de sus rostros, sino de un acercamiento íntimo y personal a sus hogares que develan la dinámica de pareja. Con gran carisma, el cortometraje antepone el amor al juicio social: “Si entras a mi hogar verás mi homosexualidad en todos lados, algo que no podemos expresar afuera”, menciona una de sus entrevistadas. De este modo, Manfredi encontró una solución a sus dudas sobre la representación exterior, optando por los elementos con los que se construye el hogar.

Tanto Sammut como Groneweg encuentran la importancia de los festivales en la oportunidad que se le brinda al público de ver cine que de otro modo no verían, de apoyar proyectos a los cuales no se les da prioridad de financiamiento: “Permitir que la gente vea cine queer. Dar apoyo para que se hagan más películas y los cineastas se puedan desarrollar. Descubrir y reconocer el trabajo. Eso siempre será lo importante para nosotros”, expresa el fundador el último día de la 13ª edición del festival.

Es así que el ganador del Queer Short Film Fund, encargado de apoyar los proyectos cinematográficos queer mediante un concurso basado en el pitch de sus guiones, fue paraBeer! Beer! de Popo Fan, debido a que “no hay suficientes comedias de calidad que reflejen la ironía and verdadera naturaleza de las relaciones LGBT, frecuentemente definidas por roles de activo-pasivo”. Gracias a que el director busca desafiar estas preconcepciones y estereotipos a través de la risa, se le confía explorar las identidades sexuales berlinesas con esta energía única.

Por su parte, Groneweg expresó que la importancia de XPOSED radica en las preguntas que suscita, necesarias para la conversación alrededor de la representación y valor político que las personas pueden encontrar reflejadas en la pantalla: “Queríamos hacer un programa diverso en todos sus sentidos, en términos de cuerpos e identidades, de formas narrativas, historias y nacionalidades. Estoy agradecida por los resultados y emocionada por el próximo año”.

El Festival XPOSED no sólo garantiza un espacio de proyección, discusión e intercambio de cine queer, sino también el apoyo indispensable para el desarrollo de proyectos. Este año, enfocado en la diversidad sexual, la corporalidad, el cine hecho por mujeres y el cine internacional, ha sido fiel a su propósito inicial: ofrecer películas que impacten, desafíen y cuestionen. El Programa de Diversidad + de Morelia felicita a todas sus ganadoras, así como a todos los proyectos que participaron, al formidable equipo de XPOSED que con pasión logra sacar este proyecto adelante cada año, y a los cineastas mexicanos quienes presentaron sus trabajos causando concientización y un acercamiento extraordinariamente emocional en el público.

Miradas Diversas, Problemáticas Iguales: Conversatorio con Denisse Quintero.

Con el paso del tiempo, el papel de las mujeres directoras ha destacado a nivel nacional e internacional. Su visibilidad reveló un talento innato que llega desde distintas propuestas, como el área de producción, de dirección fotográfica o de guión; mismas que resaltan la visión única de retratos de aquellas realidades que habían permanecido en segundo plano.

Las mujeres, desde el principio, han sido una pieza clave dentro del cine mexicano. No obstante, la continuidad de su producción fue amenazada con la aparición de contenidos que literalmente prohibirían su realización. Con el objetivo de hacer un análisis acerca del cine realizado por mujeres y su representación dentro del mismo, el pasado 29 de marzo en el Centro Cultural Clavijero dio lugar al Conversatorio: La liberación femenina en el cine mexicano presentado por la cineasta y guionista Denisse Quintero, El tigre y la flor (2016). Estos diálogos de diversidad buscan abrir la conversación sobre temas de género y diversidad sexual.

I. El cine como arma aspiracional

Se empieza desde el comienzo. Así son las historias. Quintero rememoró uno de los pasajes más oscuros de la historia nacional, mismo que durante el fin del Porfiriato y la época pos revolucionaria acostumbraba a comprender a las mujeres como inferiores a los hombres. “La única educación era para ser buenas madres y esposas”, comenta la realizadora.  Dentro de este momentum nacional, un destello de reacción no se hizo esperar. Mimí Derba fue la primer mujer cineasta en México. Su largometraje, La Tigresa (1917), ensordeció el cine nacional en tiempos del cine mudo. Adela Sequeyro y Carmen Toscano, hija de Salvador Toscano, le sucedieron. Toscano fue la primer documentalista nacional, quien utilizó los archivos de su padre para hacer documentales sobre la época de la Revolución Mexicana.

Mimí Derba

La Época de Oro del Cine Mexicano estuvo marcada por la incesante fuerza de una mujer: Matilde Landeta. Quintero reconoce que en esa época ninguna mujer realizaba cine en México. “Ella comenzó siendo script y asistente de dirección. Más adelante logró ser primer asistente de dirección: se puso un bigote y se vistió de hombre para llegar al set donde hablaba con voz más gruesa; como mujer no la escuchaban ni la respetaban. Entró al cine travistiéndose. Con el tiempo logró realizar tres películas que tenía que producir junto con su hermano, mismo que le daba estatus para que la validaran como productora”. Si en ese momento existía una mujer con carácter, tenía que demostrar quién mandaba; las madres tenían que amar sin condición; ese estereotipo aspiracional, era el retrato que permeaba.

El cine es aspiracional y en esa época su influencia era mayor. Quintero habla de fomentar por un lado el amor abnegado de las mujeres y por el otro, ver a la mujer como alguien terrible, como una villana a la que hay que odiar, rechazar y tener lejos. Todo esto nos forma como sociedad. “Desafortunadamente, el cine educa. La realidad se nutre del cine y su penetración cultural es masiva. Es importante pensar en lo que se ve, promueve y crea. Como público, se tiene que exigir y ser conscientes de que en la mayor de las ocasiones, lo que no vemos, está allí. Presente”.

II. La rebelde que no era feminista

Matilde Landeta retomó estas imágenes con algunos cambios. Su película, La Negra Angustias (1949) cuenta la historia de una mujer negra mexicana. Un hecho insólito para su época y de alguna manera también atemporal, puesto que actualmente es un retrato poco explorado.

De acuerdo a una asistente al conversatorio, los estereotipos de género juegan un papel importante en el cine. No es muy diferente al cine actual. “Se considera que en todas las culturas, incluyendo la mexicana, se ha mostrado cómo debe ser la mujer. ¿Qué tanto hemos vencido los estereotipos de género en el cine actual?” Para ella, estamos muy lejos de dominarlos. La perspectiva cambia con el cine de Matilde Landeta, que es más crítico de esos estereotipos. Invita a reflexionar sobre el destino de La Negra Angustias. “Hoy por hoy, ¿por qué se habría de linchar a una mujer si es lesbiana

La Negra Angustias de Matilde Landenta

Landeta no fue feminista, fue rebelde. Ella decía “yo trabajé porque pude, las demás no pudieron porque no quisieron. Yo hice de todo para poder trabajar”. Quintero dice que por la manera en la cual las mujeres han sido educadas y por el lugar que se les ha dado culturalmente en la sociedad, no se encuentran preparadas para enfrentar el machismo. Son procesos que para las mujeres son distintos. “Las mujeres hoy siguen casadas para ser esposas. Existe un valor absoluto en tener una pareja exitosa. Estoy en contra de la monogamia impuesta. Muchas mujeres en condición de violencia son aisladas de sus grupos sociales y son devaluadas. No son capaces de estar solas, son dependientes económicas. Si tienes una amiga y eres capaz de decirle salte, tienes que ser consciente de que la vas a ayudar realmente a salir adelante”.

La sociedad actual tiende a aislar lo que es diferente. Para Quintero, una época donde la mujer no podía ni votar, el hecho de decidir no casarse, era muy revolucionario. Matilde vivió lo que le pasaba a Angustias por su carácter de persona necia. Resalta el papel de Santa (1932). El largometraje gira en torno a una chica rechazada por su familia por el engaño de un hombre. Se prostituye y acaba cuidada por un hombre ciego. Aún en contra de su voluntad, obligada, termina siendo aislada y deshonrada.

Después de Matilde Landeta hubo un vacío de cine de mujeres hasta los 70’s.  En el Colectivo de Mujeres, la mayoría de las cuales eran estudiantes del CUEC, fue el momento en el cual el movimiento feminista tuvo un mayor auge. Para Quintero, el feminismo estaba preocupado por temas como el aborto, la maternidad y la prostitución. Se trataba de mujeres comprometidas con la militancia feminista a través del cine. Así comenzaron a trabajar María Novaro, Marcela Fernández Violante y Rosa Marta Fernández; películas hechas enteramente por mujeres. El colectivo no duró mucho tiempo pero significó la primera generación de películas que le dio la vuelta a las prohibiciones del Sindicato y, que en el Nuevo Cine Mexicano, posibilitaba el estreno en cines comerciales. Dana Rotberg, Busi Cortés, Marisse Sistach y Guita Schiffer formaron la primer generación de mujeres cineastas. Después de esta primer generación, la apertura del CCC y del CUEC fueron muy influyentes para lo que se realizó en esa época. A partir de este momento la presencia de las mujeres fue constante. Elisa Miller, egresada del CCC es un ejemplo de éxito por esta nueva apuesta.

III. ¿El México actual?

“Hoy en día las cosas han cambiado”, sentencia Quintero. Habla del 52% de participación femenina que existe en las películas nacionales como guionistas, directoras o productoras. No obstante, como destaca, la cifra es engañosa. Los prejuicios hacia las mujeres siguen latentes.

En 1988, Maria Elena Velasco, conocida como la India María, fue actriz, escritora, productora y directora de la película más taquillera del año. El largometraje Ni de aquí ni de allá (1988) una coproducción con Estados Unidos, no desafiaba ninguna tradición de cómo debe ser una mujer: todo estaba puesto para que no resultara incómodo pero de alguna manera extrañamente cercano. Ese acercamiento hizo la diferencia de percepción. Para Quintero, las posturas disidentes así como los acuerdos y desacuerdos sobre lo que es ser una mujer ayudan al final a un entendimiento. Los cortos que se ven, en ocasiones, son de grupos minoritarios y temas complejos; la muestra de un universo distinto sobre lo que es ser mujer.

Lola de María Novaro

El primer largometraje de María Novaro se tituló Lola (1989). En ella se realiza un retrato distinto sobre la maternidad. “Se problematiza el asunto de ser madre. No es una madre que renuncia a todo. Es una relación compleja. La maternidad se vive de maneras distintas. Todo lo que hemos visto sigue siendo estigmatizado. Ser madre y disfrutar de la sexualidad es condenado. María Novaro logra una reflexión que se aleja de la tragedia y le regala a sus personajes un nuevo comienzo en un nuevo lugar. Esta madre puede equivocarse y no va a ser castigada por la sociedad por haber cometido algún error”, menciona Quintero.

“¿Quiénes estaban haciendo cine que hicieran más de tres películas?”, cuestiona Quintero. La cantidad de mujeres que han realizado tres largometrajes son pocas y la mayoría son documentalistas. Uno de los casos es Lucía Gajá con Batallas íntimas (2016) y Mi vida adentro (2007); misma que tiene una página en línea para buscar ayuda a la violencia doméstica. “No tenemos miradas iguales pero sí problemáticas comunes que es necesario visibilizar”. Se refiere a la liberación femenina en el cine mexicano como un asunto pendiente y poco claro en el cine hecho por mujeres. Esto sucede porque muchas películas atan la concepción de la felicidad a través de una pareja, de una familia, del amor romántico y posesivo. “Liberar a la mujer de la esclavitud del amor que se le ha achacado a la mujer es una asignatura pendiente”.

Batallas Íntimas de Lucía Gajá

IV. El Signo de los Tiempos

Actualmente, las mujeres se encuentran más presentes en el panorama nacional. Quintero recordó ejemplos precisos. Elisa Miller ganó la Palma de Oro con su corto Ver Llover (2006). Cuenta en su filmografía con el largometraje El placer es mío (2015), que habla sobre una pareja joven que se va a vivir a Morelos; es una elaboración intensa, cercana, y sexual. “Nos habla de la complejidad de las relaciones y las problematiza”. Otro de los ejemplos fueron Natalia Aldama, directora de Todo lo demás (2016), así como Tamara y la Catarina (2016) de Lucía Carreras, ellas ponen en primer plano a personajes que estaban relegados en el cine. En el caso de Tamara y la Catarina se muestran lugares marginales y de miseria y cómo esos lugares los lleva a un destino trágico.

El Placer es mío de Elisa Miller

Más recientemente, recuerda Los adioses (2017) de Natalia Beristain, sobre la vida de Roxana Castellanos, como un reflejo de que no importa quién seas puedes caer en las trampas del amor. La obra de Roxana Castellanos está muy inspirada de sus relaciones de amor. Es parte de la complejidad de las relaciones. Por otra parte, La Camarista (2018), dirigida por Lila Avilés, habla de las diferencias sociales extremas que hay en México. “Se trata de una esclavitud moderna. No hay vida más que su trabajo. No hay una relación de amor, se trata de sobrevivir”. Otra protagonista que no era común retratar.

Concluyó con Los días más oscuros de nosotras (2017) de Astrid Rondero, con protagonistas que no se ven mucho, como la de una arquitecta que llega a un mundo de hombres y a lo que se tiene que enfrentar. Ella conoce a otra mujer que le renta su departamento. “Ambas son personajes heterosexuales en su planteamiento inicial. Pero se reconfortan entre ambas y se encuentran”, comenta.  

La camarista de Lila Avilés

V. Palabras finales

“Sí han cambiado cosas en el cine y en la vida pero falta mucho que cambiar aunque estemos por encima de la media. Hay muchas mujeres que quieren hacer cine en México. Ojalá no sea una moda, que sí se logre la equidad y el apoyo a mujeres que quieran ser directoras. Que estas miradas diversas observen y presenten universos diferentes. Si bien el cine es parte de la educación de las personas, no es el único medio. En nuestra cotidianidad hay mucho por hacer y visibilizar. Las mismas problemáticas como la violencia sexual continúan. Intentemos desde donde podamos, cambiar las cosas. Sería bueno hacer películas sobre mujeres, se vuelven espacios en que las mujeres se atreven a decir cosas distintas. Por ejemplo hablar de las mujeres que son violentas. De esto no se habla. Muchas veces se deshumanizan y esto contribuye a pensar que esto no existe en nuestros grupos. Pueden ser tan buenas personas como malas y es importante mostrar esto. Hay que mostrar por qué actuaron como actuaron, sin deshumanizar”, puntualizó Quintero.

The trees live standing: Colectivo ÁRBOL ROJO

By Antonio Harfuch Álvarez
(Tanslation: Diego Lizondo)

The State of Quintana Roo has established itself as one of the most important tourist destinations in the country. In addition to being globally known for its beaches, the initiatives of an extraordinary group of people have managed to promote and disseminate independent and auteur films. The capital of the state, Chetumal, which comes from the Yucatec Ch’aak Temal and means «where the red trees grow» also represents the name of an association that has raised its voice for the seventh art.

Árbol Rojo is the name of this group of film professionals who for two years have organized special exhibitions, cycles, and extensions both in the capital and in the paradisiacal municipality of Bacalar. In their recent, but prolific career, they have taken premieres and previews of films that could hardly have reached the southeast of Mexico. Some of the titles are Knife + Heart (La Daga en el Corazón, 2018) by Yann Gonzalez, Los Muchachos Salvajes (2012) by Patricia Ferreira and more recently Climax (Clímax, 2018) by Gaspar Noé. The strong alliances with institutions such as the Cineteca Nacional, the University of Quintana Roo and internationally renowned festivals such as FICUNAM, Black Canvas and recently, the incorporation of Cuorum Morelia, gave attendees the first exhibition of its Continuous Program that was carried out from February 21 to March 2.

The conversation with this passionate group began from the last edition of the Sexual Diversity Program of Morelia. From the moment the consultancy of the independent management of the Diversity Program in Morelia took place, Árbol Rojo has offered its caring support. In this new independent phase, thanks to the advice of experts, the foundations have been laid to create a project that moves away from cultural centralism.

In 2018, Árbol Rojo and the Sexual Diversity Program formed an important collaborative and operative alliance that was carried out in the Clavijero Cultural Center. The civil association showed its solidarity with an emerging team that celebrates the communion of two young and restless projects to make visible a cutting-edge cinema and diversity.

Árbol Rojo showed three qualities that contributed to the essence of the organization of the Sexual Diversity Program, today the Cuórum: Partnership, Complicity and Commitment. These values and attributes, necessary for the formation of a team united in the objectives of a noble mission and a vision, have as a core point the dissemination of quality cinema.

Reapariciones, Reparaciones (Reaparitions, Reparations) was the cycle presented in the State of Quintana Roo conformed by international, national premieres, short films of the past Sexual Diversity Program and the Forum of Identities. Thanks to the support and management of organizations such as the Human Rights Commission and Kybernus, this edition was a success.

With a total of 7 films and 12 short films that show the reality of people reappearing and repairing wounds after the loss, festivals such as Berlin, Cannes and Xposed were present. Las Herederas (2018) by Maricelo Martinessi, Terror Nullius (2018) by Soda_Jerk and the empowering Bixa Travesty (Marica travesti, 2018) by Claudia Priscilla and Kiko Goifman, were just some of the projections that strengthen the defense of identity and freedom.

Tania Claudia Castillo (Camelina de Plata, 2018), presented Un amor en Rebeldía (2018) by Tatiana Castillo. This documentary, which narrates the struggle of Yan María Castro, founder of the Oikabeth movement in Mexico under a context of discrimination and repression, defends the positions of gender and sexual diversity. To date, this struggle of Mexican women who remained invisible and subjected, is considered a milestone in the organization; a political movement that fought to gain its place in society.

María Bonita (2017) by Roxana Anaya presents the portrait of a trans woman who resurfaces despite being forgotten and the lack of recognition. Her lens dignifies, as a companion in the struggle, the Cabaret scene in Mexico. The documentary sensitizes and motivates us to look at places that in their time became fronts to make community with a special emphasis on diversity.

Lila (2018) by Paolo Wriedt elaborates a story about sexuality and experiences rarely seen on screen but judged. It tells the story of the sexual tension that arises between two cousins, not from the morbid interest, but from the incessant appearance of desire as a leafy territory to discover.

On the other hand, the director Jesús Torres Torres traveled to Chetumal and Bacalar to present his first feature Nadie Sabrá Nunca (2018) in front of students and audiences of all ages. They, captivated by the creative proposal to combine the melodrama with the western genre, applauded the plot of the story. In it, a mother and her son seek to escape from an overwhelming reality through the fiction of soap operas.

The Identity Forum, held at the initiative of Árbol Rojo, was a learning experience through dialogue and exchange of ideas with activists and cultural managers committed to their cause. Edwin Reyes made an urgent call for the acceptance and justice of people who have been harmed because of their diversity; the passion of Alejandro Silveira, director of Árbol Rojo, promoted a cinema of transversal diversity in the social and sexual, but also in the formal and aesthetic. Culture is encouraged to build empathy.

The efforts of Enrique Paniagua, an initiative of Kybernus, seek to strengthen the frameworks of legality with the LGBT + community and the struggle for human rights. Representing the Human Rights Commission of Quintana Roo, Ana Patricia Reyes, called to promote the improvement of diversity in the peninsula. Alejandra Suárez, a credible defender of human rights, moderated the Forum for Identities that offered tools to promote the acceptance and normalization of these issues.

The audience, witnessing the diversity and supporting each effort, went to each function to join a new panorama: to question heteronormativity and value diversity. People of all ages shared their experience: «Bones of Contention (2017) by Andrea Weiss is a film that should be seen in universities»; «What you see in Las Herederas (2018) by Marcelo Martinessi, is not very distant from what happens here in Mexico»; «Bixa Travesty (2018) by Kiko Goifman and Claudia Priscilla, is a new and powerful speech that demolishes every argument that had been made against sexism». «I thought that La Daga en el Corazón (2018) by Yann Gonzalez, was a gay movie but it is really diversity cinema, because we see the differences that there are in universal feelings like love and that this can exist in such different ways but that go to the same place. «

More than 1,000 people witnessed the cinema of diversity that seeks faithfully to find new ways of looking at others. From the organization of a strong team, skillful and aware of the importance of spreading quality and auteur films and that honors the meaning of Árbol Rojo, the cycle of Reapariciones Reparaciones ended with Knife + Heart (La Daga en el Corazón, 2018) by Yann Gonzalez. The director’s avant-garde proposal crossed the mind and heart of the Chetumale people as if it were a sharp and piercing weapon; the aesthetic diversity and the daring proposal will not be forgotten, nor will the universes created by Gonzalez to see the light in the darkest.

With this cycle curated for Árbol Rojo, the confidence of a team awaiting the emergence of new cultural projects and the insistence to continue them is confirmed, even when the situation seems complex. They have opened new spaces in Chetumal to continue building forums through the cinema. Under the strong belief of cultural projects in Mexico, a Quorum has been created for friends, family, moviegoers and activists.

From Cuórum, we are grateful to open the doors to the filmmakers of Mexico who have sought to repair historical wounds and reappear in the face of invisibility and censorship, in the face of fear and oblivion. Realities that have not been represented, and an unwritten past with which history would be different. Forces that reappear to people who are as vital as trees; trees that grow in the woods and in the cities remembering the indestructible feeling of which St. Thomas talked about: «He who has lost his passion has lost more than he who has lost himself in his passion».

Cuórum reiterates its deep and eternal gratitude to a strong and constant Civil Association, that does not lose sight and that in every activity that organizes puts the effort to demonstrate the wood with which they are made. Their example and inspiration have become a clear reference in the need to create responsible spaces and firm civil associations that provide counterweight and balance in society.

Conversatorio con Denisse Quintero: La Liberación Femenina en el Cine Mexicano

Fecha: Viernes 29 de marzo de 2019.

Horario: 11:00 am.

Lugar: Centro Cultural Clavijero.

Contacto: comunicacion@moreliaprograma.com

Descripción del evento: Diálogos de Diversidad sexual, es un ciclo de talleres, ciclos de cines y conversatorios como parte del Programa Continuo del Festival CUÓRUM de Morelia. Para marzo y en el marco del Mes Internacional de la Mujer, la cineasta y escritora Denisse Quintero participará en un conversatorio que tiene como fin abordar la liberación femenina en el cine mexicano a través un repaso histórico y un análisis pertinente de las directoras, productoras y actrices más destacadas y representativas del cine mexicano, desde sus inicios hasta los 2010’s. El cine mexicano realizado por mujeres ha marcado un sello distintivo que ha permanecido invisible o al que le ha faltado ser visibilizado. Sin embargo han sido voces destacadas las que dan cuenta de una cinematografía con un valor único y sello propio que son indispensable de vislumbrar para reconocer y aprender.

El temario propuesto por la realizadora siguiente se conforma de 4 ejes principales:

1. ¿Dónde están las mujeres en el cine mexicano?

         1.1 Evolución de la representación de la mujer en el cine mexicano.

2. La mirada de las cineastas contemporáneas en los 90’s, 2000’s y 2010’s.

3. La mujer mexicana según el cine mexicano.

         3.1 Representación femenina en las películas premiadas en festivales.

         3.2 Representación femenina en las películas más taquilleras.

4. Las invisibles, mujeres ausentes en la pantalla grande.